Diamante en Lausana: Arena cruenta y un imperio que se preocupa

Diamante en Lausana: Arena cruenta y un imperio que se preocupa
Fecha de publicación: 
9 Julio 2015
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De pie, a pocos metros de la varilla, repasó mentalmente su salto: la carrera y el despegue. Cuando revisó la película en la cabeza, suspiró, abrió los ojos y se lanzó con una carrera medida y potente. Era el gran Sotomayor. Tenía la potencia y la agilidad del muchacho que comenzó a asombrar a sus rivales cuando apenas había cumplido 18 años. La carrera y la batida fueron tremendas. Sotomayor se elevó oblicuo a la varilla, dobló la espalda y tocó el listón con la parte dorsal. Las piernas pasaron después de un extraordinario golpe de riñones. Aunque la varilla se tambaleaba, el saltador cubano estaba seguro de que no caería. Salió como un huracán de la colchoneta y se abrazó a Guillermo de la Torre. Acababa de batir el récord y de recobrar todo el poderío de sus mejores días…

Baste preguntarle al discóbolo Jorge Fernández. Sus 66.50 cimeros los estampó en el mitin Athletissima de dicha urbe. Hoy, por caprichos del destino y a la vuelta de 12 meses la santiaguera Yaimé Pérez removió los cimientos de un imperio de nombre Sandra Perkovic.

Decir la croata Perkovic prácticamente es como hablar de la imbatibilidad de la balista neocelandesa Valerie Adams. Hasta este jueves 9 de julio, cuando la irreverencia de un envío de 67.13 metros de Pérez, cota personal una vez más por cierto, le asestó una estocada de preocupación a la mole europea de 1.83 metros y 85 kg de peso, que llegó hasta 67.06. Diríamos que la segunda, pues otra de mayor notoriedad ya circundaba su mente, gracias a la cima del ranking de temporada que le escamoteó otra cubana: Denia Caballero (70.65) y vestida de bronce ahora con 66.04.

Para la indómita, a quien todos conocen como “la rusa” significó su tercera primacía en poco menos de 15 días, pues le antecedían disparos cimeros de 66.23 y 66.42, por ese orden.

A propósito de su rendimiento Caballero conversó vía electrónica con Cubasí:

“Todo estuvo perfecto, si compito así en el Mundial de Beijing lo gano. Sucede que hubo pequeños errores técnicos de los que no me percaté, sentí la ausencia de mi entrenador Raúl Calderón.

Realicé tres fouls que oscilaron entre 69-70 metros, me sentí súper bien, coordinada, rápida. Solo que para detectar esos pequeños detalles hace falta la persona que está contigo todo el año”, sentenció la villaclareña de 25 abriles, 1.76 metros y 81 kilogramos.

Otro tanto sucede en el disco, con pedido exclusivo a nombre de Caballero y Perkovic.

A propósito del tridente Caballero, Perkovic, Pérez, tienen el pedido exclusivo de las 15 mejores cotas de la actual campaña.

PICHARDO Y LA ESPINITA DE LA COMPETITIVIDAD

Dos felinos devorando metros. Posan por cuestiones éticas juntos para una foto previa a la hora cero, pero ese instante captado encierra hacia sus adentros la adrenalina que destila el número uno. Por cuarta vez en la temporada estival los triplistas Pedro Pablo Pichardo y Christian Taylor tensaron sus músculos, atacaron la tabla y desfiaron la mítica cota de 18 metros.

La batalla de pinchos y arena favoreció esta vez al estadounidense con saltos de 18.02 y los 18.06 agraciados. El indómito alumno de Daniel Osorio coqueteó con la mítica marca (17.99) y se vistió de plata. La tercera plaza quedó en poder del también exponente de Estados Unidos Omar Cradocck (17.30).

Pero de lo que sí pueden estar seguros todos es de que Pichardo asumió la derrota con marcadas dosis de inconformidad. No exclusivamente por la irreverencia de sus 22 años y los 18.08 que lo colocan al frente del escalafón, sino por la sencilla razón de que como él mismo ha confesado perder con Taylor es casi cuestión de honor. A tal punto que se mostró impasible a las redes sociales, como suele suceder cuando corona rendimientos de relieve. Y de hecho el de Lausana clasifica como tal.

Beijing será como el estallar de una bengala atlética. El triple una de las modalidades más atractivas. En las gradas, de seguro el británico Jhonatan Edwards atestiguará nervioso si en definitiva su plusmarca universal absoluta se quiebra como copa de cristal.

Para tener una idea de la categoría de Taylor y Pichardo en el 2015 baste señalar que entre ambos se reparten la decena de registros top del escalafón, incluidos cinco superiores a los 18 metros.

Otras marcas interesantes y triunfos de confirmación deparó Lausana, como los 9.75 segundos de Justin Gatlin en el hectómetro, los respetables 49.92 de la bahamesa Shaunae Millar en los 400, airosa sobre la extraclase Sanya Richards (51.12), los 1.43.27 del botswanés Nigel Amos en la doble vuelta al óvalo, inferiores a los 1:43.76 de David Rudisha, los 12.55 de la vallista corta norteña Dawn Harper, y los 48.71 de su coterráneo Bershawn Jackson en la vuelta al óvalo con obstáculos.

Sin duda alguna la nota más descollante salió de la jabalina del trinitario y as olímpico de Londres 2012, Keshorn Walcott, capaz de con sus astronómicos 90.16 establecer plusmarca para este hemisferio.

A propósito de América, tanto Walcott como la legión atlética de la Mayor de las Antillas culminaron su periplo competitivo preparatorio europeo, antes de asaltar la pista en los XVII Juegos Panamericanos de Toronto.

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