Orden dentro y fuera del terreno

Orden dentro y fuera del terreno
Fecha de publicación: 
24 Marzo 2015
0
Imagen principal: 

«EL deporte es lo más parecido a lo militar. Fíjense en el concepto de estrategia, táctica y demás, pero lo principal es la disciplina», dijo el presidente del INDER doctor Antonio Becali en reunión preparatoria del play off beisbolero que comienza este martes en Matanzas.

Se refería a lo primordial que resulta el orden, no violar lo establecido, para conseguir todo éxito en cualquier empresa, especialmente ahora de cara al cierre de la LIV Serie Nacional con su inicio de play off desde este martes en Mataqnzas.

El uso correcto del uniforme, dejando de lado esa falsa moda que muestra botones al aire, chamarretas y bolsillos fuera de lugar y presencia de personal ajeno en los dugouts.

Y es que el béisbol, con su esperado espectáculo de postemporada, genera valores, como todos los deportes.

No por gusto sus atletas se convierten en íconos que muchos imitan desde pequeños e incluso se llega a edad adulta con esos honorables jugadores que aún son dechados de méritos como Pedro Chávez u Omar Linares.

Paradigmas de la pelota revolucionaria, ellos son de los que se preguntan cuándo acabará la chabacanería, la falta de respeto a árbitros y la falsa guapería que como mal ejemplo se suscitan en estadios y no solo en los terrenos.

«Tal vez por eso también le llaman al tiempo que jugué la época “romántica del béisbol cubano”. El respeto por el contrario era parte intrínseca del juego y no existía el nivel cultural de hoy», comentó a JIT Chávez, otrora cuarto bate, director de los Industriales y del equipo Cuba.

Omar, el más grande jugador amateur de todos los tiempos en Cuba, ejemplificó más: «Ni te imaginas las veces que me pegaron la bola, y lógicamente hasta me golpearon con lanzamientos, y no por ello iba a salir con un bate a agredir a un pítcher. La pelota pegada y el golpe están en el juego», dijo.

Como verdad de Perogrullo pululan las salida y entradas en “cámara lenta” de los jugadores al terreno, lo que alarga los juegos y los árbitros sufren ofensas emanadas de quienes aupados hasta por inescrupulosos se olvidan que errar es de humanos.

Hay quien dice que el estadio es confirmación de cómo anda la sociedad.

La falsa “guapería”, esa que no da un jonrón a la hora buena, como tampoco el ponche necesitado, que no impulsa carrera, ni genera una jugada definitoria, aparece de vez en cuando con gestos reprochables ante millones de aficionados, lo mismo en la sede que a través de las cámaras de televisión.

Hay ejemplos de cuánto se detesta a los que infringen lo regulado, de quienes creen que tienen más razón por gritar más, por desconocer —al parecer— que la educación, progenitora de la disciplina, es práctica de andar cotidiano del hombre valiente, amoroso e íntegro.

Cuba cuenta con otra sociedad desde 1959 porque su embrión en la Sierra Maestra fue de disciplina y rigor. Los guerrilleros que barbudos vencieron a un ejército organizado sabían que en ello les iba la vida.

Hoy los aficionados cubanos exigen eso, para el total éxito de un gran espectáculo, que será los enfrentamientos desde hoy entre Isla de la Juventud y Matanzas, y mañana Ciego de Ávila y Granma.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.