Cuba requiere legitimar rol del comunicador en la sociedad
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Para tales fines, se impone la creación de un sistema que vincule con mayor efectividad el trabajo de esos especialistas con las instituciones y factores de la sociedad, tributando a consolidar una verdadera cultura de la comunicación.
Se dice fácil y no lo es, expresó Humberto Fabián Suárez, vicepresidente de la Asociación, quien aseguró a la AIN que se debe trabajar primero en elevar la profesionalidad y después articular estrategias que permitan situar y dar a la comunicación el lugar merecido.
Cuba, que ya se perfila rumbo a la informatización de su sociedad, está llamada a hacer un uso óptimo de la comunicación social, que desde un punto de vista estratégico, es una manera ideal de interconectar factores institucionales, empresariales, entre otros, hacia perfiles comunes de desarrollo.
Al respecto, Fabián Suárez aseguró que estamos en la obligación de ponernos a tono con nuevos conceptos donde la comunicación social es vista como un ente indispensable para procesos de gestión de conocimiento, proyectos, o diseño y articulación de políticas.
Los cerca de 30 especialistas que asistieron al balance anual de la ACCS, coinciden en que se precisa la creación de un sistema de consultorías de comunicación, desde donde se brinden servicios más especializados a empresas, instituciones y organismos.
Serían entidades encargadas de asesorar sobre cómo explotar al máximo las potencialidades comunicativas para dinamizar la interacción con otras estructuras en diferentes niveles, y ayudarlas a establecer sistemas de comunicación efectivos.
La ACCS, que en 2009 presentó un nuevo diseño de funciones y servicios, hoy los trata de ampliar con un ejercicio de mayor correspondencia con el contexto cubano actual, buscando hacer más visibles las acciones de desarrollo.
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