Ha sido el primer gran espectáculo de este 2012 en Cuba, y a juzgar por lo que vivimos este sábado en el teatro Karl Marx, el año empezó muy bien. Havanization fue lo que esperábamos y mucho más. Raúl Paz, Decemer Bueno, Kelvis Ochoa y David Torrens nos hicieron vivir una noche intensa y memorable, no solo por la calidad indiscutible de estos jóvenes músicos cubanos, sino por la energía, que en múltiples sentidos emanaba desde y hacia el escenario.

Liderado por Raúl Paz, Havanization es un proyecto que promueve la música contemporánea cubana desde esta isla y para el mundo. Tuvo su escenario en Touluse, Francia, y ahora está aquí, en nuestra ciudad.

Para nosotros como espectadores es una grandísima suerte asistir a un espectáculo así. Para ellos como artistas, es una felicidad, así decían constantemente durante el concierto, que nos sacó el jugo bailando y cantando. Sin bien no pocos sintieron agua en sus ojos cuando Raúl hizo una súper emotiva interpretación de esa canción que reza Solo tú y yo sabemos lo que nos pasó…

Apenas unos instantes antes de comenzar el recital, el cabecilla de estos «monstruos de la música cubana» de hoy -como él mismo los llamó- regaló unas palabras a Cubasí.

-Raúl, Havanization ya ha tenido otras paradas, ¿qué hace tan especial el concierto de hoy?

-Creo que lo más importante es que ahora podremos ofrecerle al público de La Habana el espectáculo que no se concluyó hace un tiempo en La Tropical, como había sido previsto.

Somos un grupo de amigos. Estuvimos en Touluse hace unos meses, pronto partiremos en gira a Estados Unidos para hacer continuar con el proyecto. Pero ahora estamos en La Habana y creo que este es el lugar que más miedo nos da.

-¿Por qué?

-Porque es donde está el público que mejor nos conoce, el que más tiene que ver con nosotros.

-¿Así es como definirías este proyecto, como un grupo de amigos?

-Somos amigos contemporáneos que nos reuníamos a descargar, y pensamos: ¿por qué no hacer lo mismo en un concierto?, hacerlo para la gente. Todo esto tiene un trasfondo, luego nos dimos cuenta que teníamos muchas cosas en común, más allá de pertenecer a una misma generación. Tenemos características peculiares, vivimos muchos años fuera de Cuba y regresamos, además de que todos representamos la música cubana contemporánea.

Esta es una puerta al mundo de la Cuba de hoy, es una manera de decir que existimos hoy culturalmente, musicalmente, socialmente. Que no somos el país que mucha gente piensa desde la nostalgia, que estamos haciendo cosas hoy, ahora.

-¿Qué ciudades piensan visitar durante la gira en Estados Unidos?

-New York, Los Ángeles, Miami, y pensamos ir también a Puerto Rico. Nos interesa mucho este último porque hay mucha gente allí que nos quiere y nos espera. Ahí grabé yo mi primer disco.

-¿Qué memorias quedarán de Havanization, un disco, un DVD, un documental?

-Dentro y fuera de Cuba hay mucha gente interesada en hacer materiales de este tipo sobre el proyecto. Ahora mismo el realizador David Growing está terminando un documental. La idea es grabar un disco, este año tenemos que hacerlo, y pensamos que sea algo bien acústico. Imagino que este concierto y otros que sucedan den pie a un DVD.

-Gran parte del público cubano que los sigue es joven. En tu opinión como artista, ¿qué crees que les interesa hoy a los jóvenes cubanos?

-Si yo lo supiera… qué feliz… o infeliz sería. Creo que para nosotros, los artistas, eso es siempre un enigma.

-¿Ese enigma te sirve de inspiración?

-No precisamente. No hago las cosas para ver qué quiere la gente, más bien creo que lo importante es la forma en que le damos algunos elementos a la gente para que ellos mismos construyan sus gustos.

No tengo nada en contra del reguetón, me parece un movimiento urbano interesante. Pero a la vez pienso que si solo le damos reguetón al público, no habrá nada más que decir. Todos debemos apoyar lo que queremos nosotros y conjugarlo con lo que quieren ellos, poco a poco ambos bandos vamos descubriendo. De lo contrario, dejaríamos de ser nosotros mismos.

El público cubano es muy inteligente, tiene un alto nivel cultural y está abierto a muchas cosas. Hay que tener el valor y las ganas de enfrentarse a sus exigencias. Creo que los cuatro de Havanization compartimos eso. No nos gusta fracturar intelectuales por un lado y el resto de otra parte. En nuestros conciertos se puede bailar y reflexionar. Estamos por una Cuba inteligente, culta y simple.