Miami: Brujas contra acuarelas
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Guerrero es uno de los cinco de igual comportamiento que en 1998 fueron detenidos en La Florida por luchar contra esas pandillas.
Dos de ellos, René González Sehwerert y Fernando González Llort, cumplieron la totalidad de sus condenas y regresaron a la isla.
Quedaron en prisión Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar y Antonio (Tony).
Un periodista del Nuevo Herald, Enrique Flor, dio a conocer que la disquera y galería Sweat Records canceló una exposición ya anunciada del artista.
¿Pretexto? La supuesta inquietud que podrían desatar en el seno de su comunidad las acuarelas y poemas del «espía cubano».
La dueña del establecimiento, Lauren Reskin, confirmó la cancelación del evento previsto para el próximo sábado.
Ella agregó que los organizadores de la actividad ahora pretenden realizarla en otro local, pero no aclaró dónde.
La exhibición de Guerrero se titula «Yo me muero como viví», y entre sus patrocinadores figura la Alianza Martiana, agrupación independiente.
Uno de sus principales directivos, Max Lesnik, declaró que la exposición fue cancelada por Sweat Records.
Al puntualizar el motivo, dijo que en la galería comenzaron a recibir «numerosas llamadas amenazantes».
Debido a eso, subrayó, el nuevo local para mostrar las obras de Tony no se dará a conocer hasta última hora.
Añadió que lo informarían a través de canales directos a personas interesadas en el arte y el derecho a la expresión.
Se conoció que el propio Max Lesnik está invitado a hacer uso de la palabra, y accedió.
Una comentarista de Radio Mambí, Ninoska Pérez Castellón, valoró la muestra de Guerrero como «una provocación al exilio cubano».
«Esta gente quiere hacer creer que nuestra comunidad ha cambiado», enfatizó.
Pero lo que indica ese cambio son las famosas encuestas hechas en la Florida, donde una mayoría de las personas de ascendencia cubana favoreció normalizar los lazos bilaterales.
Un solo ejemplo.
El 12 de febrero último, una investigación del Center of the Atlantic Council, para América Latina, demostró que el 79 por ciento de los cubanos entrevistados en Miami-Dade respaldó normalizar las relaciones con La Habana.
No en balde, tome nota, señora Castellón, el 11 de febrero último, The New York Times consideró que se trata del fracaso de una política de aislamiento hacia la isla.
No solo esto, además, una larga cadena de hechos que tienden a negar las furibundas posiciones del titulado y decadente «exilio histórico».
Pero, ¿quién es la señora Ninoska Pérez Castellón?
En apretada síntesis, la hija de un connotado jefe militar de la tiranía de Fulgencio Batista y Zaldívar.
Su nombre, Francisco Pérez González, uno de los jerarcas del centro de torturas que fue la Radio Motorizada de la Policía Nacional.
Dada su actuación, huyó de La Habana en enero de 1959 con dos causas pendientes por asesinato, y así se transformó en un prófugo de la justicia cubana.
No solo esto; cuando surgió en Miami el caso de Los Cinco, para ejercer influencia en su juicio Washington compró a periodistas que los difamarían.
Entre ellos, como se reveló a mediados de 2012, figuró el nombre de Ninoska, a quien por su mediocridad intelectual solo le pagaron 1 500 dólares, menos que al resto.
Más recientemente, ha lanzado su más grotesca retórica para juzgar una exposición de acuarelas y poemas del antiterrorista cubano Antonio Guerrero.
Además, formó parte en Miami de la constelación de brujas modernas que fustigaron la galería donde exhibirían la muestra, hasta frenarla.
Pero a manera de agrio sarcasmo, el pasado 2 de junio, en el Creation Art Center de esa ciudad, presentaron la colección «Arraigos».
Según datos suministrados allí, su autora es la «pintora» y periodista cubana Ninoska Pérez Castellón.
Nadie duda que ahora integre un dúo con otro fabricado talento de las artes plásticas de la ultra en aquellos predios, Luis Posada Carriles.
Hay una cosa cierta: Tony Guerrero perdió una escaramuza en Miami, pero no la guerra de sus acuarelas y poemas frente a las brujas que allí todavía sobrevuelan.
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