Desempleados hispanos se unen a indignados en EE.UU. para pedir justicia
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Casi un millar de desempleados hispanos se unieron hoy a otros estadounidenses sin trabajo y a algunos líderes religiosos para celebrar una vigilia frente al Senado en Washington y pedir justicia para todos los desempleados del país.
Portando ramos de flores y pancartas se plantaron frente al Capitolio para pedir por aquellas personas que no logran tener un empleo estable para mantener a sus familias y que, además, con el posible fin del subsidio de desempleo que termina a finales de este mes, ven cómo su situación empeora.
Cientos de miles de trabajadores hispanos y sus familias están en peligro de perder su seguro de desempleo si el Congreso no autoriza una extensión antes de que termine el año, y muchos de ellos decidieron unirse a la nueva movilización de «Ocupa Wall Street» que está teniendo lugar esta semana bajo el lema «Take back the Capitol».
La vigilia contó con relatos de trabajadores latinos desempleados y centenares de rosas blancas que pretendían representar a cada estadounidense desempleado.
José Barraza es uno de ellos, un trabajador hispano residente de Alburquerque, Nuevo México, que viajó a la capital del país para expresar su apoyo a los afectados.
Aunque Barraza logró trabajo hace apenas tres meses, estuvo desempleado durante cinco años, y no quiso «perder la oportunidad de apoyar al resto de las personas que se encuentran en la misma situación» en la que él estuvo.
«Logré trabajo hace tres meses, pero si no hubiera sido por el subsidio de desempleo, no hubiera podido sobrevivir durante todo este tiempo», dijo Barraza a EFE tras la vigilia.
Este hispano emigró a Estados Unidos cuando tenía veinte años, proveniente de México, y a sus 48 vio cómo en su casa perdían la principal fuente de ingresos cuando le despidieron de su puesto en la construcción. Un dinero con el que mantenía a sus hijos y a sus cuatro nietos.
Un caso similar es el de Cecilia Sánchez, que viajó desde Missouri a Washington para unirse al movimiento.
«Llevo tres años sin trabajo, y tengo que mantener a mis padres que viven conmigo y están enfermos. Si pierdo el subsidio de desempleo, no sé cómo vamos a continuar», confesó a EFE.
Estos inmigrantes hispanos, junto a otros cientos, se unieron a los desempleados que desde el pasado lunes han acampado en las inmediaciones del Capitolio, en el National Mall de la ciudad, para poner voz a sus reclamos y hacérselos llegar a los representantes.
El movimiento pretende continuar levantando más tiendas de campaña alrededor de la sede del Congreso, en un intento de solicitar a los legisladores que extiendan los beneficios del seguro de desempleo.
A lo largo de la semana desempleados, estudiantes, activistas comunitarios, sindicalistas, defensores de la salud y manifestantes del movimiento «Occupy», provenientes de distintos puntos del país, se unirán en este reclamo para «devolver» la representación al pueblo.
La tasa de desempleo entre los hispanos en EE.UU. es del 11,4%, comparada con el 8,6% de la población en general, según los datos del Departamento de Trabajo.
El subsidio por desempleo cubre, habitualmente, hasta 26 semanas desde la pérdida de un trabajo, pero, ante la recesión más profunda y prolongada en EE.UU. en casi ocho décadas, desde 2008 el Gobierno Federal ha extendido los pagos en algunos casos hasta las 90 semanas.
El Gobierno del presidente Barack Obama ha propuesto una extensión más, de otro año, y sugiere financiarla en parte con un incremento de los impuestos sobre los individuos más acaudalados.
Los republicanos, que tienen mayoría en la Cámara de Representantes y se oponen a todo incremento de los impuestos, proponen que el subsidio para los desempleados se financie con reducciones del presupuesto federal y el despido de empleados públicos.
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