El cine documental: compromiso social
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Más de una veintena de documentales compiten por el Coral en esta 33 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Los principales países que concurren en el género son México, Brasil, Cuba y Argentina, con temas que oscilan entre los efectos de la migración entre México y Estados Unidos, la Amazonia, la muerte del dictador Pinochet, historias relacionadas con el arte…
El cineasta cubano Rigoberto López, parte del jurado de Documentales, comentó a Cubasí sobre el panorama documentalístico en el Festival.
-¿Qué expectativas tiene con los documentales en concurso?
-Las expectativas vienen dadas por los referentes que nos dejan los festivales anteriores. Aquí se da cita lo mejor o gran parte de lo mejor del cine documental de América Latina y el Caribe. Por tanto, estoy seguro que habrá muchas obras significativas que harán arduo nuestro trabajo como jurados.
-Durante años los filmes documentales que veíamos en los festivales estaban asociados al contexto social; muchos eran denuncias a las dictaduras en América Latina. ¿Qué está pasando últimamente con el documental? ¿Qué tendencias del género podemos encontrar en estos días?
-América Latina está viviendo una renovación de sí misma, estamos ante los grandes desafíos de las democracias populares que generan tantos cambios en el continente desde países como Ecuador, Bolivia, Venezuela, Argentina, Brasil. O sea, que este proceso de confrontación de masas populares y movimientos sociales con las hegemonías imperiales conlleva a una emergencia del nuevo documentalismo, también influenciado por las nuevas tecnologías en el audiovisual.
Si bien hubo una edad de oro -por decirlo de alguna manera- fundacional para nuestro cine, creo que hoy también estamos asistiendo a una revitalización del documental con contenidos de compromiso social entre los autores, los gobiernos progresistas y todo lo revolucionario que esto pueda generar.
-En Cuba se ha revitalizado en los últimos años el género documental. Muchos jóvenes están contando sus historias con temas inquietantes sociales y otros más íntimos, individuales…
-Creo que el arte, si es buen arte, es libre de expresarse en todo su universo. Hay mucha diversidad de inquietudes en las nuevas generaciones, también de compromiso con su realidad, y la manifiestan de forma muy diversa. Eso es absolutamente válido y es también un camino a la experimentación y de definiciones.
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