NSA rastrea millones de celulares en el extranjero

La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos rastrea las ubicaciones de casi 5.000 millones de teléfonos celulares cada día en el extranjero, incluso algunos que pertenecen a ciudadanos estadounidenses, reportó el miércoles el diario The Washington Post.

El periódico dice que la agencia, conocida como NSA por sus siglas en inglés, recaba inadvertidamente los registros de ubicación "de decenas de millones de estadounidenses que viajan al extranjero", junto con los miles de millones de registros que recolecta al intervenir las redes móviles mundiales.

Ello significa que la NSA puede rastrear los movimientos de casi cualquier teléfono celular en el mundo, además de rastrear a quien reciba llamadas desde ese celular. El Post reportó que un poderoso programa de análisis llamado CO-TRAVELER procesa los datos de miles de millones de personas y construye patrones de relaciones entre ellos con base en su ubicación. Eso puede poner en evidencia a un terrorista del que antes no se sabía y que sería inculpado por la conexión con la ubicación dada por el celular, por ejemplo.

El programa se detalla en documentos entregados al diario por el ex analista de sistemas de la NSA Edward Snowden. El Post también cita a funcionarios no identificados de la agencia explicando el programa y diciendo que hablaron con el permiso de la oficina.

Shawn Turner, portavoz de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, se negó a hacer comentarios sobre el reporte.

Robert Litt, consejero general de la Dirección de Inteligencia Nacional, ha dicho que la NSA no recaba los datos de celulares estadounidenses dentro de Estados Unidos, pero el director de la NSA Keith Alexander declaró ante el Congreso que su agencia realizó pruebas en 2010 y 2011 para ver si era técnicamente posible recabar este tipo de datos. Alexander dijo que la información nunca se ha utilizado para fines de inteligencia y que las pruebas se reportaron a los comités legislativos de inteligencia.

Alexander y otros funcionarios de la NSA han explicado que cuando se recolecta "sin querer" datos estadounidenses en el extranjero, se "minimiza", lo que significa que cuando analistas de la agencia se dan cuenta de que es un celular estadounidense limitan lo que pueden hacer con él y el tiempo que pueden mantener los datos.