Robert Redford, cuando las arrugas son bellas

Robert Redford, cuando las arrugas son bellas
Fecha de publicación: 
16 Noviembre 2013
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Debutó como actor relativamente tarde, a los 24 años, tras pasar una larga temporada recorriendo Europa. Y el comienzo de su carrera fue en series televisivas hasta que la obra de teatro "Barefoot in the Park" y su posterior adaptación cinematográfica, al lado de Jane Fonda, pusieron el nombre de Robert Redford a la cabeza de los actores favoritos del público.

 

Su innegable belleza, su eterna sonrisa y su compromiso social contribuyeron a hacerle un hueco entre las estrellas de Hollywood, espacio que se ganó a pulso con títulos como "Butch Cassidy and the Sundance Kid" o "The Sting" -ambas junto a su amigo Paul Newman-;  "Jeremiah Johnson"; "The way we were"; "The Great Gatsby"; "Three Days of the Condor"; "All the president's men"; "Brubaker"; "Out of Africa"; "The Horse Whisperer" o "Spy Game".

 

Pero el guapo por excelencia del cine tenía más inquietudes y en 1980 se pasó detrás de las cámaras para dirigir "Ordinary People", una historia tan normal como su título apuntaba, y con la que ganó nada menos que cuatro Óscar, a la mejor película, mejor director, mejor actor secundario (Timothy Hutton) y mejor guión.

 

Un éxito que le permitió dar continuidad a su labor como director, con "The milagro beanfield war", "A river runs through it", "Quiz show", "The horse whisperer", "The legend of bagger Vance", "Lions for Lambs", "The Conspirator" y "The Company you keep", su último trabajo, recién estrenado en las salas.

 

Sin ganas de parar...

 

Un trabajo que no será el último para este hombre incansable que desborda una energía que no casa con los 77 años que cumplió en agosto y que se reflejan en las arrugas que surcan su rostro pero se ocultan en su desenfadada forma de vestir y en su actitud reivindicativa y rebelde, más propia de la juventud.

 

Los jeans son su uniforme para casi todas las ocasiones, con contadas excepciones cuando pasea por una alfombra roja o acude a algún acto de gala.

 

Así, con unos jeans y una camisa denim, se presentó Redford en el último Festival de cine de Cannes (Francia), adonde acudió en su faceta de actor para presentar uno de los trabajos más desafiantes de su carrera, "All is Lost".

 

Una historia con la que Redford vuelve a la naturaleza que tanto defiende y ama en una especie de segunda parte de uno de sus filmes más queridos, "Jeremiah Johnson", aunque  ha cambiado las montañas y la nieve por la inmesidad del océano.

 

Lo que permanece es la soledad del hombre en la naturaleza, en este caso la de un  hombre que realiza una travesía en solitario en un velero en el Océano Índico.

 

Sin experiencia de navegación, el actor se metió en el proyecto por ese desafío que suponía. Estaba solo, sin nadie alrededor, y físicamente era complicada, sobre todo porque Redford se ofreció a hacer sin doble algunas escenas de acción. "Creí que era bueno para él (el director, Chandor) y para mi ego. Fue un terrible error", recordaba con honestidad elactor en la presentación del filme en Cannes.

 

"Estoy  al final del camino, y esto era un desafío especial. No pensé en cómo podía hacerlo; simplemente, lo hice", agregó Redford sobre un filme dirigido por J.C.Chandor, el responsable de "Margin Call" y que se estrenará en todo el mundo a partir del mes de enero.

 

Pero ni el esfuerzo que le supuso este trabajo le restó ganas por seguir en la brecha. Y ya ha rodado su participación en la nueva entrega de Capitán América, donde da vida a Alexander Pierce, uno de los más leales adyudantes y amigos del superhéroe de Marvel.

 

Tiene en cartera protagonizar "A walk in the woods", junto a Nick Nolte, y, como director, prepara un episodio de la serie documental "Cathedrals of Culture".

 

... Y no solo en el cine

 

Pero la energía de Redford da para mucho más que la interpretación.

 

Uno de sus principales proyectos es el Festival de Sundance, un certamen centrado en el cine independiente que él creó en 1981 en su rancho de Utah (Estados Unidos), mucho antes de que el cine independiente fuera un negocio en Hollywood, y que bautizó como Sundance en honor a su personaje en "Butch Cassidy and the Sundance Kid".

 

"Podría haberme comprado un yate, un avión, pero preferí invertir el dinero que gané, que fue mucho, en dar oportunidades a otras personas, para que pudieran hacer películas y convertirse en artistas", explicó Redford en una entrevista con Efe en 2012 cuando presentó la edición londinense del festival.

 

Además del prestigioso festival "indie", Redford puso en marcha un instituto de cinematografía, el canal de televisión Sundance Channel y una cadena de salas de cine dedicadas la distribución de películas y documentales independientes.

 

Proyectos con los que Redford ha combinado sus dos grandes pasiones, el cine y la naturaleza.

 

El actor ha hablado y mucho de la "responsabilidad colectiva" que todos debemos tener de defender la naturaleza y ha hecho campañas en contra de proyectos que considera dañinos desde el punto de vista medioambiental, como la construcción del oleoducto Keystone XL, que recorrería EU desde Canadá al Golfo de México, que supondría un gran "riesgo"  para las comunidades.

 

Y tampoco se esconde a la hora de dar opiniones políticas sobre cualquier cosa que le pregunten en las ruedas de prensa de presentación de sus películas.

 

"La voluntad de cambio es sana y, en este momento, inevitable. Ahora en Estados Unidos hay dos maneras de asumir la situación: la de (Barack) Obama, que asume que hay que cambiar y busca la manera más positiva de hacerlo, y la de aquellos que tienen miedo al cambio, porque les dejará atrás. Ellos crean una situación muy triste en la actualidad estadounidense", afirmó el actor recientemente.

 

Ha criticado el poder de los muy ricos, a quienes "todo les va bien y siguen manteniendo el poder por algún tipo de razón, mientras el resto sufre", al igual que al periodismo actual -"a  veces es difícil distinguir la verdad cuando cien canales distintos te están diciendo cuál es"-, pero nunca ha considerado la posibilidad de entrar en política.

 

"Me parece un ambiente demasiado limitado y restrictivo, no va con mi espíritu de independencia", ha reiterado cada vez que ha tenido ocasión. Porque si hay algo que Redford ha defendido con uñas y dientes durante toda su vida es su independencia y es algo que no va a cambiar a sus 77 años.

 

Destacados:

 

-- Con 77 años Robert Redford no contempla la jubilación y acaba de estrenar "The Company You Keep", su último trabajo como director, y en el que también participa como actor.

 

-- Tiene pendiente "All is lost", filme en el que es el único intérprete, y, entre sus próximos proyectos, la nueva entrega de "Capitán América".

 

-- Mientras, sigue expandiendo su Festival de cine de Sundance, ahora con una sucursal en Londres.

 

-- Redford no desaprovecha ninguna oportunidad para denunciar la poca atención que se le presta al medioambiente.

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