El Habana Libre sigue donde mismo

Muchas veces las personas están tan enfocadas en sus problemas que no tienen tiempo, ni deseos de hacer una pausa en su rutina para pensar en el entorno que les rodea. La arquitectura de las ciudades pasa inadvertida ante los ojos de esos que creen que los edificios están ahí solo para ocupar espacios en las aceras, espacios que existen hoy, pero nunca se sabe si existirán mañana.

Así sucede con el hotel Habana Libre, una edificación que sigue allí, en el mismo sitio, resistiendo en medio de la Habana, mostrando todo lo bueno que tiene y ocultando, también, sus principales carencias y debilidades. A algunos este edificio no les dice nada. Otros tiemblan de emoción con solo escuchar su nombre, pero lo cierto es que, actualmente, quien pregunta por el Hotel Habana Libre, en Cuba, no se queda sin respuesta.

El Habana Hilton, como se le reconocía antes, sigue inspirando a muchas personas, sujetos de todo tipo, cubanos y extranjeros, personas que se siguen acercando a una construcción que en este 2013 cumple 55 años de creada.  

Y además de su tradición turística, están las costumbres locales, esas que persisten muy a pesar de los vaivenes de la historia. Esas que le otorgan nuevos usos y significados a casi todo, convirtiendo a dicha instalación hotelera en punto de encuentro obligado para los amigos, los colegas y hasta los enamorados.

Pero más que todo, su excelente ubicación, en el mismo corazón de la ciudad, es lo que continua añadiendo valores al todavía majestuoso Habana Libre, un hotel que, con sus 31 pisos y 630 habitaciones, aún tiene su encanto. Hoy como ayer el Meliá Habana Libre, contrario a lo que muchos creen, continúa siendo el hotel más emblemático de la ciudad.

Por eso, hágame caso. No deje para mañana lo que puede hacer hoy. Olvide todo y lléguese allá. Ahora mismo, el Hotel Habana Libre le espera abierto como siempre, con sus mejores y sus peores vistas, siempre dispuesto a formar parte de su vida de alguna forma, tenga o no usted CUC.