¿Con cuántos niños cabalga este Corcel?

Desistí de esa pregunta, porque la cifra sería imposible, es creciente y diversa en dependencia de cómo la mires, si te ciñes a la matrícula del Proyecto, es una, si le sumas los pioneros que acaban de participar, convocados por Corcel, en el habitual certamen “Yo bailo de todo”, crece; si le pones los que cada año pasan el Taller de Verano, son muchos más, una de las virtudes de este Corcel, es que nunca le parecen demasiados niños para cabalgar, siempre encuentra energías para más.

En 1997 surgió el  Proyecto Comunitario Corcel de Esperanza, en el Barrio de Pueblo Nuevo, una zona históricamente obrera de la ciudad de Matanzas, un par de mujeres con talento y muchas ganas de hacer, Marlén Romero y Aloyma Madan, se unieron en este empeño que recuerda, testifica, lo posible, lo bello y lo útil de la cultura comunitaria en Cuba. Cubasí conversó con Marlén sobre esta experiencia.

¿Quién era Marlen Romero antes de Corcel de Esperanza? Coméntanos sobre tu formación...?

Soy enfermera, enfermera pediatra, creo que desde siempre me gustaron los niños, esa fue la carrera que escogí y que ejercí además, en el Hogar de impedidos físicos y mentales, aquí en Matanzas, estuve trabajando por tres años, hasta que ya pasé a ser bailarina profesional, que era lo que realmente desde pequeña había soñado ser, pero cada una de esas etapas de mi vida ha sido importante, porque me han ayudado en lo que hago actualmente, el trabajo en el Hogar, por ejemplo, me ha permitido tratar con todos los niños con características especiales que tenemos, pues el taller no es excluyente para nada, hoy tenemos una niña con Síndrome de Down, niños que estudian en la escuela especial del Consejo Popular de Pueblo Nuevo, niños de la Escuela de Formación Integral…

De enfermera pediatra a bailarina profesional y de ahí a maestra, a formadora ¿cuánto te ha impuesto en materia de superación Corcel de Esperanza?

Muchísimo, sobre todo ahora estoy muy vinculada a lo que es la educación popular, que debe ser el eje de cualquier transformación, de cualquier proceso de educación y he estado preparándome en cuanto a la investigación acción participación, estoy pasando con Arte educando talleres de comunicación, de trabajo grupal, de trabajo en equipo, es decir, cuantas cosas aparecen por ahí que sean útiles y de bienestar para mi trabajo en el proyecto, por supuesto, las tomo.

El proyecto ha sido multilaureado incluso a nivel nacional, varios niños formados en él han entrado a las escuelas de educación artística u obtenido éxitos en festivales y eventos como Cantándole al Sol, por ejemplo.  ¿Cuál es el logro, premio o reconocimiento más importante que ha recibido el Proyecto?

Pienso que todos son importantes, porque han sido desde miradas diferentes, es importante para nosotros el premio del barrio, porque es por la comunidad, para la comunidad y con la comunidad que trabajamos, es importante para nosotros el premio de cultura comunitaria, porque bueno, nuestra base es precisamente dinamizar todo un Consejo Popular a través de un movimiento cultural y de hecho ya nos hemos expandidos, creo que estamos en todas partes…
El premio que recibimos con el CITMA, por el nuevo trabajo que estamos haciendo con una visión medioambiental, formando esos valores en nuestros niños y compartiéndolas con la comunidad, es importante, el día de la cultura cubana, el pasado 20 de octubre, recibimos un reconocimiento por parte del gobierno de la provincia, lo cual es importantísimo también para nosotros, que se reconozca en Corcel una fortaleza para Matanzas…

Todos los premios son significativos, pero el reconocimiento social es el más importante para nosotros, que el pueblo sienta, quiera y necesite a Corcel de Esperanza.

La versatilidad ha caracterizado hasta ahora el trabajo del Proyecto, que no se limita a la Casa de cultura, sale a las escuelas, a los círculos de abuelos, a los parques… ¿Cómo ves el futuro de Corcel de Esperanza?

Veo a Corcel insertado en la estrategia del municipio de desarrollo local, con una fuerte base en la cultura, para demostrar que a través de la cultura, en el sentido más amplio de la palabra, no encerrado como expresiones del arte nada más, sino cultura desde los modos de vida, desde la identidad, desde la economía, la manera de vestirnos…

¿Qué ha significado Corcel de Esperanza en tu vida?

Corcel de Esperanza yo intenté que fuera una escuela para los niños y las niñas, para los adolescentes, los jóvenes y se ha convertido en una escuela también para mí, porque he aprendido de cada familia, de cada acción, de cada problemática ocurrida en el Proyecto a las cuales siempre hemos tratado de darle solución con la ayuda, con la colaboración de todos… Corcel es mi vida, creo que sin esto no sería yo misma.

La premisa digamos, que defiende el Proyecto va más allá de formar artistas,  contribuir a educar seres humanos integrales y plenos. ¿Cómo te gustaría entonces que los niños recuerden Corcel de Esperanza?

Como un espacio que aportó valores, sentimientos, espiritualidad, todas las cosas bonitas que disfrutamos, en el que aprendieron a crear en colectivo, a sentir, a vivir… y que se hagan reproductores en otros niños, en su familia, de todo lo que aprendieron con nosotros… qué mejor que eso…