El papier maché cubano se renueva
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En Cuba hay una gran tradición del trabajo con papier maché, técnica artesanal a la cual la destacada artista de la plástica Antonia Eiriz (La Habana, 1931- Estados Unidos, 1995), dedicara todas sus energías, durante la década de los 70, al realizar una labor comunitaria con niños y adultos del Juanelo, en el capitalino municipio San Miguel del Padrón.
Ahora en ocasión de la III Bienal de Papier Maché “Papel, amor y fantasía”, con sede en la habanera Casa del Alba cultural, el papier maché se muestra convertido en verdaderas obras de arte que rebasaron las máscaras tradicionales, antifaces y pececitos, entre otras piezas reconocidas por la población más como souvenir o arte de feria.
La cultura latinoamericana fue el tema que sirvió de inspiración en esta III Bienal. De ahí el hilo conductor de las piezas que muestran la identidad latinoamericana desde distintas facetas y estéticas muy novedosas.
A tono con la temática del evento el jurado, presidido por Nelson A. García Zaila, entregó el primer premio a la pieza Integración Cultural de David Abad Fernández Aguilar.
El segundo lauro recayó en Entre la vida y la muerte, obra de una monumentalidad impresionante y que recuerda el arte precolombino, concebida por el imaginario de Alain Alejo Santana de Armas.
En tanto el tercer premio fue para Isabel Cristina Antón Vázquez por la obra El Caballero de las tierras nuevas. Por su parte, el premio especial de la ACAA lo recibió la pieza Fantasía en lámpara de los artesanos José Luis Triana Rivas, Diana Rosa Fundora Pérez y José Luis Triana Fundora.
UN MOMENTO PARA REFLEXIONAR
“Desde los tiempos fundacionales cuando Antonia Eiriz comenzó a impartir sus conocimientos sobre esta técnica hasta la actualidad el trabajo con el papier maché ha ido evolucionando y creciendo hasta adquirir un carácter escultórico”, comentó Patricio Frómeta Lambert, Presidente de la sección de papier maché en la ACAA.
“Para esta III Bienal realizamos una convocatoria nacional aunque la respuesta fue más de los artistas habaneros. Las obras presentes en la muestra se caracterizan por el uso de pátinas, dejando a un lado el cromatismo que ha caracterizado al papier maché cubano.
“Ahora los artistas se preocupan por expresar ideas y no solamente por hacer piezas con carácter decorativo”, explicó.
Los historiadores del arte consideran que el papier maché cubano se encuentra en una nueva etapa de florecimiento. Muestra de ello es que los miembros de esa sección en la ACAA han presentado sus obras en España, Francia, Canadá, Brasil, Argentina, Dinamarca e Islas Canarias. En algunos de esos países han sido reconocidos con premios internacionales.
“Todo eso es parte de una sistematicidad por parte de los artistas que se preparan para concursar en las bienales que realiza la ACAA y hacer piezas únicas cada año. Antes las obras eran más naif (arte ingenuo).
“Hoy tenemos presencia hasta de la abstracción en una de las obras que recibió mención (Hermandad Latina, de Reina Altagracia Cruz Leiva). Lo más contradictorio es que nuestro arte resulta muy acogido en el extranjero y no se siente igual reconocimiento a nivel nacional”, resaltó Frómeta.
La sección de papier maché de la ACAA surgió en 1986 y actualmente cuenta con 70 miembros entre fundadores y nuevos ingresos.
En distintas naciones del mundo como Dinamarca y Dubai (Emiratos Árabes Unidos) la enseñanza de esta técnica artística se utiliza como una vía para insertar en la sociedad a las personas discapacitadas.
El término papier-maché proviene del idioma francés y su significado es papel machacado o triturado. Precisamente la pasta de papel y otros materiales reciclados son la basa principal de esta técnica de gran arraigo popular dentro del mundo de las manualidades y de la artesanía en varios pueblos del mundo.
Hasta el 15 de octubre en la Casa del Alba Cultural se puede apreciar una veintena de obras que concursaron en la III Bienal de Papier Maché “Papel, amor y fantasía”.
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