Fin de la telenovela Neymar… por ahora

La gran mayoría lo veíamos vistiendo la elástica del Real Madrid, otros lo colocaban en el Barcelona, pero casi nadie imaginó que la temporada 2012-2013 el delantero brasileño Neymar Da Silva la iniciaría con su actual plantel, el Santos de su país natal.

Si el jugador de 19 años se ha mostrado siempre atrevido en cuanto a su aspecto físico, e incluso se le ha visto pasearse con modelos en yates privados sin pudor alguno, en el aspecto profesional ha sido bastante conservador, pues prefirió la comodidad de quedarse en el país donde es ídolo a empezar de cero en otro donde la presión sería enormemente superior.

Una buena muestra de sus pensamientos los dejó claros en la camiseta que llevaba al momento de anunciar su vinculación con el conjunto paulista hasta 2014: It's good to be the king (es bueno ser el Rey). Claro, eso es en su nación, en Europa tendría que demostrarlo.

Además, en Brasil el chico está rodeado de su familia y tiene una vida mucho más liberal de la que pudiera tener en el Viejo Continente, donde también el calendario es más exigente y le obligaría a viajar ante cada convocatoria de la selección auriverde.

Aunque no se han divulgado oficialmente todas las cifras, se dice que ganará 15 millones de euros, más que los siete millones ofrecidos por el club madridista meses atrás. Por eso muchos consideran que se trata de una maniobra publicitaria para encarecer una futura operación con el once blanco o cualquier otro equipo de Europa.

El principal talento joven del mundo futbolístico prolonga una vez más su estancia en tierras auriverdes, y nadie sabe si eso es bueno o malo. Si él mismo ha tomado esa decisión, quizás es porque en su fuero interno no se considera preparado todavía para un equipo europeo de los grandes, pero corre un riesgo: está dejando de lado una experiencia muy importante, quizás vital para las aspiraciones del inexperto Brasil en el Mundial de 2014, sin contar con que a nivel personal pudiera sufrir un bajón de rendimiento y ver bajada su cotización.

Por supuesto, todo esto queda en el campo de la especulación, pero, ¿de verdad habrá finalizado el culebrón Neymar?