Asiste Díaz-Canel a sesiones de la Asamblea
especiales
La comisión debatió un informe a cargo de la Contralogía General, que dio, al cabo de cinco años de labor, muestra de logros y deficiencias a partir de los cuales, a su vez, se diseñan diferentes estrategias para erradicar las fallas y perpetuar los éxitos.
Díaz-Canel calificó la cuestión del control como propia de “un debate a nivel social, y un problema complejo”, que atenta contra la supervivencia de la revolución. Añadió que es preciso un cambio de enfoque que no limite el tema a las ilegalidades y el delito, sino que explote al máximo la herramienta que constituye la Resolución 60, que “es una herramienta subutilizada, cuando es un sistema para gestionar y garantizar la calidad en los procesos, que es lo central”.
La garantía de la eficiencia y la calidad, apuntó, es la única manera de lograr una planificación y una normativa adecuadas, así como propiciar el ambiente de discusión y la participación colectiva en todo lo que concierne al funcionamiento y la toma de decisiones. “Eso está en el discurso, pero no lo implementamos como debe ser. Hablamos de la participación de los trabajadores, pero eso no siempre se está respetando”. Que no exista participación de los principales involucrados en los procesos “es un absurdo. Y no podemos vivir en el absurdo, no podemos naturalizar el absurdo y aceptar como normales cosas que no lo son”.
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