Al referirse a la negativa de países europeos de permitirle volar sobre su espacio aéreo, tras su regreso de Rusia, Morales enfatizó que no basta con las disculpas.

"Nuestro delito es ser indígena y antiimperialista", aseveró en un acto de gobierno el jefe del Estado Plurinacional al comentar la actitud de Portugal, Italia, Francia y España que revocaron el permiso de vuelo.

Tal prohibición emergió porque supuestamente el aparato oficial llevaba a bordo al exagente de inteligencia estadounidense Edward Snowden, perseguido por Washington por filtrar información confidencial.

Morales tuvo que hacer escala en Viena, Austria, donde su aeronave presidencial estuvo por 13 horas.

Estados Unidos y los países europeos implicados sabían que el exagente no estaba en el avión, pues cuentan con suficientes medios y su propia estructura de inteligencia, puntualizó.

No basta con una disculpa, reiteró el gobernante boliviano y aseguró que abogará porque se respeten los tratados y las normas internacionales.

Hemos aprendido junto al pueblo a defender la soberanía y la dignidad, enfatizó Morales, quien llegó ayer a Bolivia luego de muchas horas en Viena, hecho que consideró un secuestro.

El mandatario remarcó que cuando las potencias "no pueden dominarnos" aplican las guerras, la intervención y el saqueo de los recursos naturales.

Sobre esa base recalcó el papel de los movimientos políticos y sociales en la defensa de la soberanía y dignidad de los pueblos.

Morales se reunirá en horas vespertinas de hoy con sus colegas de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), tras su arribo a Bolivia desde Rusia, luego del inusual y criticado incidente.

La nave presidencial, un Falcon Dassault con matrícula FAB-001 fabricado en Francia, aterrizó cerca de las 00:00 hora local de este jueves, después de un viaje de 17 horas que incluyó paradas técnicas en las islas Canarias (España) y en Fortaleza (Brasil).