La UE cambia el enfoque hacia reformas económicas
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Los países de la zona euro deben concentrarse en reformar sus mercados laborales y de servicios y podrían desacelerar el ritmo de reducción de deuda, dijo el miércoles la Comisión Europea, marcando un giro en sus políticas, antes basadas meramente en la austeridad.
El cambio de énfasis tiene lugar mientras la zona euro lucha por escapar de un segundo año consecutivo de recesión y un nivel de desempleo en un máximo histórico debido al colapso de la confianza de los inversores durante tres años de crisis de deuda.
El órgano ejecutivo de la Unión Europea advirtió que es necesaria una acción urgente, pero dijo que aún así tiene que haber recortes de gastos.
"Los estados miembros deberían intensificar ahora sus esfuerzos sobre reformas estructurales para competitividad", declaró el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en una conferencia de prensa en la que la comisión presentó sus recomendaciones anuales.
"Necesitamos reformar, y reformar ahora. El coste de la inacción será muy alto", comentó Barroso. "La consolidación fiscal está en curso y debería continuar con un ritmo que refleje la situación en cada país", agregó.
La comisión dio a Francia y España -la segunda y cuarta economía de la zona euro, respectivamente- otros dos años para reducir sus déficits presupuestarios a menos que el techo de la Unión Europea de un 3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) mientras luchan con la recesión.
El desempleo en Francia supera un 10 por ciento y se estima que aumentará aún más. La desocupación en España llega a un 27 por ciento y más de la mitad de los jóvenes no tienen empleo, un nivel que podría tener un impacto social profundo.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dijo el miércoles que el bloque monetario se contraerá un 0,6 por ciento este año, lo que demuestra lo lejos que se encuentra la zona euro de volver a ser saludable.
Polonia y Eslovenia también fueron beneficiados con dos años más, mientras que Portugal y Holanda recibieron cada uno una extensión de un año para el plazo de reducción de déficit, impuesto como parte de un marco disciplinario acordado por estados miembros para apuntalar al euro.
En un homenaje a los difíciles esfuerzos de consolidación adoptados hasta ahora, la comisión puso fin a las medidas disciplinarias contra Italia, Hungría, Letonia, Lituania y Rumania porque han reducido sus déficits dentro de límites de la Unión Europea.
REFORMAS AHORA SON CLAVE
Debido a que los endeudados gobiernos no pueden costear una reactivación del crecimiento a través del gasto público, deben reformar la manera en que se gestionan sus economías, en gran medida abordando las ineficiencias en los mercados laborales, en los sistemas de pensiones y en los servicios públicos.
La Comisión Europea enfatizó la necesidad de que los mercados laborales sean más flexibles y sobre la apertura de los mercados para productos y servicios. También instó a Alemania a elevar los salarios en línea con la productividad, de modo que la demanda interna aumente.
Buena parte de su atención se concentró en Francia, que afirmó que debe realizar reformas laborales y de pensiones para recuperar el dinamismo de negocios perdido del país, al mismo tiempo que corta el gasto público para hacer frente a su abultado presupuesto.
Además, debe simplificar su sistema tributario para ayudar a que las compañías compitan y necesita hacer que su sistema de pensiones sea sostenible para 2020.
Barroso dijo que París debería usar los dos años extra otorgados por la comisión para realizar reformas.
"Este tiempo adicional debería ser usado sabiamente para abordar la caída de la competitividad francesa", sostuvo.
El comisario de asuntos económicos y monetarios de la Unión Europea, Olli Rehn, reforzó ese mensaje.
"Ahora es de importancia fundamental que este espacio para respirar creado por el ritmo más lento de consolidación sea usado por los estados miembros para implementar esas reformas económicas que son necesarias para desatar nuestro potencial de crecimiento y mejorar nuestra capacidad para crear empleos", dijo.
Las leyes laborales francesas hacen más difícil despedir a alguien que tiene un contrato indefinido, por lo cual los empleadores son más reacciones a contratar.
El salario mínimo en Francia, de 1.430 euros mensuales y uno de los más altos de Europa, entorpece al empleo y hace que los productos franceses sean menos competitivos a nivel global.
Las recomendaciones, una vez que sean aprobadas por los líderes de la Unión Europea en una cumbre a fin de junio, se volverán vinculante y se espera que influya en cómo se preparan los presupuestos nacionales desde el 2014 en adelante.
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