Venezuela: Ojo con el tigre herido
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Las extraordinarias concentraciones que el candidato chavista realizó este lunes en cuatro estados de Venezuela robustecen la imagen de su victorioso paso electoral en el país.
Cuando apenas faltan seis días para los comicios, se divulgó un balance sobre el resultado de las encuestas llevadas a cabo hasta el momento y que, por lo general, favorecen a los chavistas.
En uno de los estados, Monagas, Nicolás Maduró volvió a priorizar el tema de las necesidades básicas de su población, así como las ideas concretas para encararlas, como allí, por ejemplo, la construcción de un acueducto, aprobado frente a los asistentes.
En otro momento informó –a través del ministro Rafael Ramírez- que construirán 89 mil hogares en Monagas y 389 mil nacionalmente, anuncios recibidos con extensos y fuertes aplausos.
Momento especial resultó cuando Maduro dio a conocer la intención de echar adelante una nueva misión, denominada Eficiencia o Nada, para enfrentar determinados males, como el burocratismo y la corrupción.
Esos y otros ejemplos forman parte del estilo seguido por el candidato chavista durante su campaña, y la efectividad lograda obliga a sus adversarios a tratar de neutralizarla.
En ese contexto su prensa desplegó este lunes títulos como “Capriles inunda Caracas a una semana de las elecciones”, y en sus textos volvieron al ataque contra Cuba.
Reprodujeron una expresión de Capriles cuando afirmó: “Usted ganará las elecciones en La Habana, yo voy a ganar las elecciones aquí en Venezuela”.
También se hicieron eco del texto exhibido en una de sus pancartas, “no queremos para Venezuela el Castro-comunismo”, propaganda reincorporada con mayor potencia en los últimos tiempos.
Citaron a analistas no identificados para decir que el tema Cuba, apenas mencionado en los comicios del 7 octubre, se incrementó después de la extensa convalecencia de Chávez en la isla.
El Nuevo Herald caracterizó así el cierre de campaña de la derecha:
“la marcha se transformó en una de las mayores demostraciones de fuerza de la oposición en los últimos años”.
Sin embargo, ese mismo periódico de Miami reconoció este lunes que “Maduro aventaja a Capriles en la mayoría de las encuestas”, “menos en una “, donde el segundo le gana por 5 puntos.
Rodeados por ese adverso panorama, la coalición anti-chavista que dirigen desde el Norte desarrolla un gran esfuerzo para borrar o restarle credibilidad a graves acusaciones que pesan sobre ella.
Una de sus líneas de acción va contra lo dicho por Maduro y el canciller, Elias Jaua, respecto al papel desempeñado por ultraderechistas salvadoreños en la contratación de mercenarios de esa nacionalidad y su envío a Venezuela.
Salió a tratar de negarlo el diputado Roberto D`aubuisson, señalado por Jaua como uno de los coordinadores de esa jugarreta, y el cual en medio de estas circunstancias, acusó al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de ser un admirador y vocero de Venezuela.
Observadores han recordado que fue en esa nación centroamericana donde se refugió durante años el terrorista de origen cubano Luis Posada Carriles, quien bajo el mando de la CIA se desempeñó como uno de los jefes de los servicios secretos del país suramericano.
Maduro acusó este lunes a un hombre muy cercano a Capriles, llamado Armando Briquet, de fungir como enlace con los mercenarios salvadoreños.
¿Cuál ha sido la respuesta ultraderechista desde Miami? A través de su periódico El Nuevo Herald publicaron un titular que dice: “Teorías de conspiración pululan en Venezuela”.
Después trataron de ironizar el caso de los mercenarios salvadoreños ligados a Capriles para asesinar a Maduro, en tanto agentes centroamericanos relacionados con ex funcionarios estadounidenses para matar a Capriles.
Este último describió a tales advertencias como ridículas, hecho que tiende a estimular los trajines conspirativos de la ultraderecha, aún más luego que el Departamento de Estado rechazó las imputaciones contra Roger Noriega y Otto Reich.
No en balde, luego de llevarse a cabo el acto de cierre de movilizaciones de Capriles, en Caracas, algunos de sus participantes dañaron un edificio de apartamentos en construcción, y el lunes se inició una investigación por actos violentos en un municipio de Caracas.
Esto sucede cuando arriban a territorio venezolano observadores de la UNASUR para las elecciones del próximo domingo, así como el Centro Carter anunció que aceptaba participar en estas.
O sea, un horizonte marcadamente negativo para los designios anti-chavistas, ahora mezclados con el neonazi partido salvadoreño ARENA, el connotado terrorista de origen cubano Luis Posada Carriles y la banda que aún le sigue.
Aunque la victoria continúa apuntando a favor de Maduro, las características y los antecedentes de sus enemigos no permiten descartar sus zarpazos, al estilo de un tigre herido.
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