En Cuba: Fama con “B” de Beyonce y… ¿“J” de Jay –Z?

I´m a Survivor o Single ladies… The Dynasty o American Ganster. Así sin más muchos no sabrán de que van mis palabras, como tampoco si les dijera que tritones y ondinas de los clubes Miami Dade y South Florida surcaron la piscina de la Ciudad Deportiva en la XXVI Copa Marcelo Salado. O que en cambio el dúo Buena Fe o la orquesta Los Van Van culminaron con éxito su tercer periplo de presentaciones en Estados Unidos.

Y es que a veces, para ellos, simples mortales como nosotros, “toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”. Eso, de seguro, pasó por las mentes de Beyonce Giselle Knowles y de Shawn Corey Carter (Jay-Z), pero vamos, no pequemos de ingenuos, que ni siquiera en el corazón de Brooklyn o en Houston, Texas, el afamado rapero y productor, y su esposa, una de las más populares exponentes del pop, compositora de R&B y hasta actriz, pasarían jamás inadvertidos.

 
El pueblo cubano a ritmo de conga con Beyonce y Jay Z

¿Entonces como imaginarse que lo harían en la céntrica Habana Vieja, o tras ir a cenar en la paladar La Guarida? No señores, ni el más desequilibrado de los orates se atrevería a apostar un medio por su anonimato. Mucho menos tratándose de Cuba, La Habana, su gente, y ese marcado interés en los detectores de chismes que hacen de las estrechas calles apiñadas de casas, el barullo y la constante marea de personas, prácticamente una pintura mural de inquietudes y comentarios.

No señores, imposible si a sus espaldas estaban dos réplicas de Shaquille O’Neal vistiendo de escolta en lugar de pívot. Mucho menos si se deleitaron con nuestro daiquirí y el pollo a la miel.

 Beyonce y Jay Z paseando por la Habana Vieja. Los cubanos los saludan y les tiran fotos

Y confieso que envidio a esos que tuvieron la primicia, periodistas, paparazzis o no, eso en este instante que más da.

Puede que de aquí a veinte años la foto del “séquito” de La Guarida sea subastada y hasta vendida en un precio impensado. Quizás en lo adelante el hotel Saratoga tenga un areté especial, tras la visita de tan distinguidos huéspedes.

Distinguidos, porque verdaderamente son de los mejores exponentes musicales del R&B y el hip hop, ajenos a las hostilidades políticas del gobierno de su país para con Cuba, osados, por el hecho de desafiar las barreras y sencillamente venir a conocer la Isla, inmunes al “silencio” mediático y naturales ante el aluvión de interesados en al menos captar en un autógrafo o imagen el quinto aniversario de bodas de dos estrellas.

 

Beyonce se tira fotos con los niños cubanos en una escuela primaria

Así de sencillo, con la misma naturalidad con la que encaran un concierto en el Madison Square Garden de Nueva York o en el American Airlines Arena de Miami.

Claro, para los cubanos su presencia de súbito se traduce en revuelo. Y es que no estamos acostumbrados a la presencia de grandes estrellas del mundo del espectáculo… o en el mejor de los casos su presencia acá pasa casi siempre desapercibida, como si arropados estuviesen con el sobretodo del “Hombre sin sombra”… ¿Sobretodo, La Habana, Cuba, calor? Perdonen me adentré demasiado en el País de Maravillas.

 Beyonce con Haila

Lo cierto es que por ahora todas las miradas en Centro Habana, La Habana Vieja, y Cuba, porque no dudo que la voz se haya expandido a todo el archipiélago, persiguen acuciosamente cada rincón, en busca de dos torres fornidas, un negro con sombrero y un habano entre sus carnosos labios, y una mulata, pura miel, toda curvas, sensualidad al límite y atuendo desenfadado, entre arabescos y peinados exóticos en su andar rutilante, muy lejos de ser “clones por mi ciudad”.

 Fotos: AP y AIN