En Canal Habana: La reina de las esposas.

Canal Habana ha estrenado la telenovela sudcoreana La reina de las esposas. Su argumento desarrolla, en tono de comedia, las peripecias de Chun Ji Ae, una muchacha oportunista que hace lo indecible para que su esposo, Ohn Dal Soo, entre a formar parte de Queen Foods, un grupo empresarial millonario. Para lograr sus propósitos, Ji Ae penetra con manipulaciones en el círculo casi cortesano que conforman las esposas de los empresarios, pero en ese grupo se tropieza con Yang Bong Soon, una antigua compañera de escuela de la que Ji Ae abusaba. Bong Soon se ha convertido en una bella y elegante mujer, y para colmo es cuñada del presidente de la compañía. Ji Ae, tendrá que enfrentar el resentimiento de su antigua compañera de clases para poder ascender en la empresa.
 

Pero todo se complica cuando su marido, el opacado Ohn Dal Soo, comienza a tener un romance con la esposa del presidente de la empresa, y el marido de Bong Soon, ex novio de Ji Ae, siente renacer sus sentimientos de amor y rencor hacia la muchacha que lo abandonó por Dal Soo. Llegado a ese punto, el terreno estará preparado para una guerra de intrigas, sabotajes, y fechorías en el lujoso edificio del Queen Foods.  

Quizás para el público cubano amante del género asistir a una telenovela que no solo se sale de los predios de Latinoamérica sino que viene de un país distante en su cultura y tradiciones como Corea del Sur sea, más que una novedad, algo insólito.

En la última década del siglo XX, la televisión cubana transmitió varias teleseries japonesas, encabezadas en el recuerdo por la gustada Ochín. Estas producciones contaban historias amparadas en la cultura y las costumbres niponas, con argumentos muy anclados a la historia convulsa del Japón del siglo XX; en todas se nos mostraba a un pueblo poseedor de una enorme voluntad ante desastres de todo tipo, y que logró alcanzar la prosperidad. También fueron buen reflejo de cómo las tradiciones ancestrales, los protocolos sociales de un Japón casi medieval, dieron paso, se mezclaron, con una creciente occidentalización. Pero este universo ficcional, altamente matizado por lo histórico y lo social, no es lo que propone la teleserie coreana que recién ha estrenado el Canal Habana.

Con La reina de las esposas, los cubanos estamos ante lo que, en el mundo del audiovisual internacional, se conoce por Dorama, la versión asiática del sabido formato telenovelesco latinoamericano, un producto que sigue las normas del la teledramaturgia y la visualidad occidental, concebido para trascender y encantar más allá de las fronteras de su cultura originaria.

Los doramas, desarrollados en sus inicios en Japón, pueden asumir diferentes temas, como el romance, el policiaco, la comedia, etc. A diferencia de las latinas, estas telenovelas orientales suelen contar con pocos capítulos –no más de 20 episodios– asegurando una trama bien ajustada, en la que nada sobra, y cada personaje juega un papel muy definido, sin digresiones. Un mecanismo dramatúrgico muy cerrado que facilita la buena comunicación con los públicos. Los doramas más populares son los románticos, que se apegan a las normas del melodrama occidental, y a los mecanismos del folletín.

Corea del Sur se ha convertido en uno de los mayores exportadores de estos productos a escala internacional. Cada vez son más los consumidores de las telenovelas coreanas, quizás porque estas ofrecen lo mismo pero de manera diferente, con escenarios exuberantes y actores de belleza exótica para occidente. Quizás haya en ellas una aparente inocencia, la frescura que han perdido desde hace mucho las novelas televisivas de América. En muchos países latinoamericanos los doramas coreanos están hoy disputándole el gusto de las audiencias a las series mexicanas y venezolanas, a las realizadas en Colombia, Argentina y Brasil.   

Escrita por Park Ji Eun y dirigida por Go Dong Sun, La reina de las esposas está producida por MBC Korea, en el 2009. Fue uno de los cinco programas más vistos en Corea el año de su estreno y viene avalada por múltiples premios en su país, y una buena aceptación internacional. Consta de 20 capítulos.