Senadora federal de EE.UU. a favor de cierre de prisión de Guantánamo

La presidenta del Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos, Dianne Feinstein, calificó de factible la propuesta del presidente Barack Obama de cerrar la prisión de Guantánamo y trasladar los detenidos a otras cárceles.

Desde 2002, Washington mantiene un centro de internamiento en esa instalación militar ubicada en territorio cubano contra la voluntad del pueblo y Gobierno de la isla caribeña.

La senadora demócrata por California presentó un informe de la Oficina de Control Gubernamental (GAO, por sus siglas en inglés), anexa al Congreso, que admite la posibilidad del cierre del centro de detención, cuyo costo anual asciende a más de 114 millones de dólares. El estudio fue revelado anoche con fecha 14 de noviembre.

De acuerdo con el texto, los 166 detenidos en Guantánamo pueden transferirse hacia 98 instalaciones que tiene el Buró Federal de Prisiones y otras seis del Departamento de Defensa, todas en territorio estadounidense, solo con realizar algunos cambios de menor envergadura.

Según la legisladora, si existe la voluntad política de la administración, se puede clausurar Guantánamo sin poner en peligro la seguridad nacional del país.

El congresista republicano por Virginia, Frank Wolf, presidente del subcomité de asignaciones presupuestarias de la Cámara de Representantes -que supervisa al Departamento de Justicia-, se quejó de que los resultados de la investigación de la GAO se mantuvieran en secreto durante tantos días.

Durante la campaña electoral para los comicios de 2008, Obama prometió cerrar dicha prisión ilegal, pero no lo hizo. Posteriormente dispuso prohibir el uso de torturas en los interrogatorios y abrir la revisión de los expedientes de algunos presos de Guantánamo.

Uno de los obstáculos principales para el cierre del centro de reclusión siempre estuvo en el Congreso, porque muchos de sus integrantes, tanto demócratas como republicanos, se negaron a aprobar los fondos necesarios para trasladar los detenidos a prisiones nacionales.

Existen numerosas denuncias sobre el empleo de técnicas crueles en esa instalación como la privación del sueño, encierros de los prisioneros desnudos en habitaciones con bajas temperaturas e interrogatorios extenuantes.