Mujer que desató el escándalo Petraeus ya no es cónsul surcoreana

Seúl anunció este martes la destitución como cónsul honoraria de Corea del Sur en Estados Unidos de Jill Kelley, la mujer que desató el escándalo que llevó a la dimisión de David Petraeus como director de la CIA.

"Seguimos el procedimiento vigente para retirarle la función porque no es deseable que asuma el cargo después del escándalo", declaró a la AFP un responsable del ministerio de Relaciones Exteriores.

Jill Kelley, de 37 años, organizadora de fiestas mundanas para oficiales de alta graduación en Tampa (Florida), fue nombrada cónsul honoraria en agosto pasado por recomendación de la Embajada surcoreana en Washington.

Un cónsul honorario no tiene responsabilidades oficiales ni derecho a inmunidad particular. No obstante, Jill Kelley había inscrito en la matrícula de su Mercedes la indicación "cónsul honorario".

Kelley dio pie al escándalo que condujo a la renuncia de Petraeus al quejarse a un amigo suyo del FBI de que recibía correos electrónicos anónimos con amenazas. El FBI descubrió que los mensajes eran de Paula Broadwell, biógrafa y examante de Petraeus, celosa de la relación del célebre general con Jill Kelley.

Petraeus dimitió el 9 de noviembre como máximo responsable de la central estadounidense de espionaje.

El jefe de la coalición internacional en Afganistán, John Allen, se vio implicado luego en el escándalo y está siendo investigado por el Pentágono por una correspondencia considerada "desplazada" con Jill Kelley. Allen niega el adulterio.