Desde una esquina neutral (X)

Los campeonatos mundiales para boxeadores juveniles celebraron su décimo aniversario en la bella ciudad de Buenos Aires sin que Cuba pudiera disfrutarlo al ritmo deseado.

Dos años después de acceder a nueve coronas en la versión de La Habana´96 el saldo no pasó de tres en la capital argentina, anfitriona de poco más de 200 concursantes de 36 naciones.

Y pudieron ser dos, porque sobre el cuadriltátero solo reinaron Johanson Martínez (81 kg) y Odlanier Solís (91), pero el local Israel Pérez (57) fue descalificado tras derrotar 12-5 a Armando Bauzá y este terminó con el pergamino dorado.

El pálido desempeño de los antillanos apenas agregó un bronce de Inocente Fiss (63,5) y ello les costó verse superados por Ucrania (3-0-2). Rusia (2-2-6) ancló en el lugar tres.

Por puntos los rusos estuvieron mejor (32), Cuba (30) repitió en el segundo escaño y los ucranianos (25) se instalaron después.

Al margen de cuestionamientos sobre ciertos desempeños judiciales llamó la atención que ocho representantes de la isla fueran eliminados, varios de ellos en sus primeros pleitos.

Fue la segunda vez que los cubanos no ejercieron liderazgo en nueve incursiones, conocido que se ausentaron de la versión fundacional (Yokohama´79) y debieron conformarse con la tercera plaza en la de Bucarest´85.

Los ucranianos se llevaron cetros acuñados por Servin Suleymanov (54), Yuri Tomashov (63,5) y Sergey Kostenko (71), y los rusos disfrutaron los de Anton Solopov (60) y Khamzat Ustarkhanov (67).

Los restantes fajines tuvieron como dueños al kazajo Senik Yeledov (51), el alemán Mathias Kempe (75), el rumano Tenasie Sorin (48) y el armenio Ohanyan Bagrat (+91).

Yeledov añadió el mérito de despedirse como verdugo del ruso Georgiy Balakshin, quien sostuvo rango entre los mayores, como demuestran sus bronces mundial en Belfast´01 y olímpico en Beijing´08.

Fue también el certamen en que muchos advirtieron por primera vez el talento del puertorriqueño Miguel Cotto (60), víctima 8-9 de Solopov y más tarde convertido en estrella del profesionalismo.

Otro que se mostró allí y terminó por acaparar titulares entre los rentados fue el local Mariano Carrera (75), eliminado entonces por el ucraniano Andrey Fedchuk, bronce olímpico como 81 kilos en Sydney´00.

La próxima página de estos eventos se escribiría en Budapest y tampoco tuvo a Cuba como máxima protagonista.