Dusseldorf y la lectura actual del judo cubano (+Videos)

Fueron cuatro los judocas cubanos que rindieron actuaciones loables en el Grand Slam de Dusseldorf, Alemania. Si me interpelaran, los mismos cuatro judocas que poseen opciones reales de escalar al podio de premiaciones en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Hablamos de las bronceadas Idalys Ortiz (+78 kg) y Maylin del Toro (63), además de los quintos escaños conseguidos por Kaliema Antomarchi (78) e Iván Silva (90).

Sucede que estos certámenes del World Tour con envergadura suprema, como el germano y el de París, les dan la posibilidad a las potencias de la disciplina de inscribir a más de un judoca, por lo que el camino hacia la obtención de una presea se antoja en ocasiones incluso más escabroso que el propio podio bajo los cinco aros.

Mayor número de combates y en consecuencia desgaste superior, enfoque y fidelidad táctica sin margen de error, son algunas de las variables que hay que tener más afinadas.

Cuando sigue el conteo regresivo hasta el cierre de los rankings clasificatorios, cabe la pena valorar el estado de nuestros efectivos en dicho panorama.

Antes veremos cómo fue su rendimiento en Dusseldorf:

Femenino: las alumnas de Yordanis Arencibia trabajaron para un global de 13 sonrisas y siete fracasos. La única que no pudo hacer la cruz en el casillero de victorias fue Daile Ojeda en +78 kg.

En orden descendente compilaron una sonrisa y un desliz en los 57 kg Nahomys Acosta y Arnae Odelín, estrategia que responde a colar la mejor posicionada en aras de materializar un elenco mixto competitivo.

Luego las cartas de triunfo antillanas pugnaron de tú por tú en sus respectivas categorías:

63 kg: Se ha convertido Maylin del Toro en una judoca temible en su peso. Cuatro victorias y un desliz por la cima de su poule B ante la francesa Manon Deketer, a la postre sin premios, la guiaron hacia colgarse el bronce. Una radiografía a su comienzo de año arroja que Maylin consiguió su sexto metal en lides pertenecientes al World Tour, además de mostrar balance de 5-2 en su hoja de servicios, que redondean un 71-37 global en la arena internacional desde el 2009 para un 65.7% de efectividad cuando sube al tatami.

Además, se afianzará en su sexta plaza del escalafón (3 950 unidades) cuando se le sumen los 500 bien ganados en suelo germano.

78 kg: Continúa Kaliema en una especie de estado de gracia. Recordemos que venía de obtener bronce en París y ahora no repitió por una nariz. Destacar su éxito ante la Francesa Fanny Estelle Posvite (4 950-3ra del listado del orbe), pero luego cedió ante su sempiterna verdugo brasileña Mayra Aguiar (4 460-5ta), y luego ante la germana Anna María Wagner (4 272-6ta) por el metal bronceado.

La santiaguera (4 242-8va), emergió airosa en otros dos pleitos y en este año archiva seis triunfos y un descalabro en ese entorno de élite. Es otra que se halla con solidez situada en puestos de clasificación olímpica.

+78 kg: Continúa siendo Idalys Ortiz el referente indiscutible del judo cubano. La artemiseña llegó a su podio número 30 de por vida en el World Tour y consolidó su puntaje en el ranking, como la fémina de mayor estabilidad y palmarés desde hace una década, y en el presente ciclo (7 118 ptos). Cuatro éxitos y un único fracaso matizaron su rendimiento, debut competitivo en la presente crucial temporada, en la cual deberá tener extremo cuidado cuando enfrente a las judocas niponas, ya sea Asahina o Akira Sone la encartada de esa nación.

Masculino: Equilibrado saldo de 6-6 evidenciaron los alumnos de Julio Alderete, de forma general por debajo de las expectativas pre competencia.

Solo el yumurino Iván Silva (90 kg) pudo avanzar hasta la discusión de las preseas, amén de recalar quinto, en definitiva (3-2).
Con su rendimiento Silva elevó su global en lo que va de temporada a 7-3 en una arrancada bien activa.

Redondea su segundo peldaño (4 773) en el listado del planeta, y se perfila como serio aspirante a colgarse una presea en una categoría de las más cruentas y parejas existentes hoy día.

El judo en la palestra, carrera desenfrenada, urgencia de acumular puntos en los escalafones que verán caer el telón el próximo 30 de mayo, y los tatamis de Tokio a la espera…