III Clásico Mundial: cambios sin boicot
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Faltó poco para que el doble monarca del torneo de béisbol más importante que se celebra en el planeta boicoteara la tercera edición del Clásico Mundial. Los japoneses no estaban de acuerdo con la manera en que la Major League Baseball (MLB) había repartido los ingresos de las dos citas anteriores y amenazaron con no participar en el certamen de 2013.
El sindicato de peloteros nipones consideró inadmisible que los campeones solo recibieran el 13% de las ganancias del Clásico, en 2009. Ellos aspiraban a más y por eso presionaron a la MLB. De inmediato vino la réplica: si no asistían los japoneses, podría suspenderse durante cuatro años la gira anual por esa nación de un equipo de estrellas de las Mayores. Todos parecían tener algo que perder, así que finalmente se llegó a un entendimiento: los asiáticos manejarán algunas licencias y obtendrán determinados ingresos, a partir del dinero aportado por los patrocinadores del equipo.
La MLB tuvo que ceder en esta parte económica porque, sin Japón, el Clásico perdería mucha credibilidad. El nuevo acuerdo, sin dudas, fue una buena noticia para la Federación internacional de béisbol (IBAF).
Esta organización pretende mostrar el posible éxito del Clásico Mundial 2013 como un fuerte argumento a favor del reingreso del béisbol en el programa oficial de los Juegos Olímpicos. Si se hubiera concretado el boicot, entonces se habrían reducido, todavía más, las posibilidades de un retorno a la cita estival.
Una vez garantizada la presencia de Japón en el Clásico 2013, la atención de los seguidores de la pelota pudo concentrarse, afortunadamente, en los grupos, directores y posibles jugadores que conformarán cada equipo. La MLB dio a conocer, algunos meses atrás, los estadios en Estados Unidos que acogerán a las diferentes fases del evento.
Los partidos finales del tercer Clásico se jugarán en el estadio AT&T Park, el hogar de los Gigantes de San Francisco; mientras que, en la primera fase, el “Chase Field” y el “Salt River Fields”, controlados por los Diamondbacks de Arizona, recibirán a un grupo. Además, los organizadores del certamen seleccionaron al Marlins Park, en Miami, como una de las sedes de la segunda fase.
Doce países obtuvieron su clasificación directa, por los resultados del Clásico 2009. Otros 16 lucharán por ganar los cuatro boletos restantes que se disputarán en torneos clasificatorios, en diversos lugares del planeta. Los dos primeros eventos comenzarán pronto: Francia, Israel, Sudáfrica y España se enfrentarán en el estadio Roger Dean, en Júpiter, Florida, entre el 19 y el 23 de septiembre.
Luego, entre el 20 y el 24 de septiembre, la República Checa, Alemania y Gran Bretaña tratarán de eliminar al lógico favorito: Canadá. Dos meses más tarde, en noviembre, llegará el turno de América Latina.
Colombia, Nicaragua y Brasil viajarán hasta Panamá y los locales esperan garantizar su tercera participación consecutiva en el Clásico. Por último, en Taipéi de China se reunirán Nueva Zelanda, Tailandia y Filipinas.
De acuerdo con reportes de la agencia estadounidense Associated Press (AP), los directivos del Clásico consideraron a los cuatro finalistas de la edición de 2009 (Japón, Corea del Sur, Estados Unidos y Venezuela) como “cabezas de serie” para 2013. Esto forzaría la realización de varios cambios en los grupos; aunque, oficialmente, no han sido conformados.
Por otro lado, la medida afectaría de manera directa a Cuba, porque Corea del Sur— que perdió la final contra Japón— no podría mantenerse en Asia, sino que se ubicaría en el Caribe. La AP asegura que los cubanos serían los elegidos para completar el grupo que efectuará sus partidos en el Tokio Dome.
En la capital japonesa estarían los campeones de 2006 y 2009, China, Cuba y presumiblemente Taipéi, que es el claro favorito para ganar el torneo clasificatorio que ellos mismos acogerán. Solo dos selecciones avanzarán hacia la segunda fase, así que el duelo más importante para los cubanos sería contra Taipéi. Estos equipos podrán estudiar sus debilidades antes del Clásico, cuando se enfrenten, en una serie de exhibición de dos partidos, en Taichung. Quedará por ver cuál aprovecha mejor esos desafíos.
Mientras continúa la espera por el anuncio de las otras sedes del Clásico, la definición de los grupos y la estructura competitiva, ya varios países dieron a conocer su cuerpo técnico. Estados Unidos eligió al veterano Joe Torre, con el objetivo de llegar, por primera ocasión, a la final. Venezuela mantuvo en la directiva a Luis Sojo, quien se convertirá—a no ser que ocurra algún sorpresivo anuncio en Cuba—en el único mentor presente en las tres versiones del Clásico. Además, Puerto Rico optó por un hombre con experiencia en las Mayores: Edwin Rodríguez.
Los mexicanos tendrán como manager a Rick Rentería, con el gran Fernando Valenzuela entre los entrenadores. Por último, el gerente general de la selección de República Dominicana, Moisés Alou—quien jugó contra Cuba en el primer Clásico—maneja dos opciones: Tony Peña, coach de los Yankees de Nueva York y Félix Fermín, un ex jugador de Grandes Ligas.
¿Y sobre el equipo cubano? En medio de la enorme incertidumbre sobre la estructura de la 52 Serie Nacional, parece mucho pedir que se realice, cuanto antes, la elección del colectivo de entrenadores que tendrá a su cargo la conducción de la selección en el tercer Clásico Mundial. Faltan seis meses para que se lance la primera bola en el evento internacional más importante del béisbol; pero, quizás, la pelota cubana ya arranca con desventaja.
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