Crónicas bien cortas: Se fue el año viejo ¿y ahora qué?
Esas manos sirven para dar vueltas de casino, para construir casas después de un huracán, para ensayar vacunas o ensayar piezas musicales; las manos que se inventan la forma de sobrevivir ante las adversidades; las que acarician y cierran el puño, como la muralla, al veneno y al puñal.
En mi barrio, se quemaron el muñecos del año viejo a las doce de la noche del 31 de diciembre. Se fue el 2019 con todo lo negativo, las tristezas, los malos recuerdos… El se fue con los dolores y las angustias, se llevó el pasado que ya era a las doce y un minuto.
Pero ¿Qué nos queda para el recién estrenado 2020? Dicen los babalawos cubanos que un camino difícil, en el que respetar las leyes será el mejor atajo. Dicen los astrólogos que habrá muchos cambios en el mundo.
Dicen los niños de mi cuadra que será un año mejor. Y digo yo que deberíamos convertirles la esperanza en verdad.
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