Cuba reiteró hoy su condena a la agresión militar contra Libia, encabezada por Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), y las amenazas a Siria.

Mientras aquí deliberamos, transcurre en Libia otra guerra preventiva, con el pretexto de la protección de civiles, subrayó el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez en su discurso durante el debate general del 66 período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York.

Los Estados Unidos y la OTAN, supuestamente para evitar una masacre, atacaron militarmente a un Estado soberano, sin que mediara amenaza alguna a la paz y la seguridad internacionales y desataron una operación de cambio de régimen, señaló Rodríguez.

La OTAN prosiguió- impuso al Consejo de Seguridad una cuestionable resolución que autorizó a los Estados Miembros a actuar a título nacional o por conducto de organizaciones o acuerdos regionales para adoptar todas las medidas necesarias a fin de proteger a civiles que estén bajo amenaza de ataque.

Después, se produjo la violación de esta misma resolución, por parte de la OTAN, para suministrar armamento, financiar a una parte y desplegar personal operativo y diplomático en el terreno, precisó el canciller.

Ahora enfatizó Rodríguez- todos comprenden mejor qué es y para qué puede usarse la responsabilidad de proteger.

Ratificó la posición de Cuba de considerar inaceptable el asesinato de miles de personas inocentes con el dudoso objetivo de proteger a otros civiles, al tiempo que condena el papel de los emporios financieros y mediáticos que lucran con la guerra y la reconstrucción como instrumentos anti-crisis.

Sólo corresponde al pueblo libio determinar sus destinos, sin intervención extranjera, en ejercicio del derecho a la autodeterminación, a la independencia, a la soberanía sobre sus recursos naturales y a la integridad de su territorio, puntualizó el jefe de la diplomacia cubana.

La intervención militar en Libia y la creciente amenaza a Siria fueron las respuestas oportunistas y defensivas de Estados Unidos y Europa al colapso de su sistema de dominación y saqueo en África Norte y Medio Oriente, al surgimiento de movimientos genuinamente populares en Túnez, Egipto y otros países, dijo Rodríguez.

Esta postura es para asegurar grandes reservas de petróleo, agua y confiscar activos financieros en tiempos de crisis económica y social global, aseguró el canciller cubano.