La muestra de París expone desde portaaviones de propulsión nuclear que cuestan cinco mil millones de euros cada uno, hasta drones flotantes valorados en unos pocos miles de euros. Foto: AFP
Este tipo de bombas están prohibidas internacionalmente en virtud de la Convención de Ginebra de 1980 y el “ejército” asesino viola sin reparos estas disposiciones humanitarias con todo el conocimiento sobre el peligro que representa para la salud humana.