Trump clama por Bibi, “El Guerrero”
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Parece un sainete, pero no lo es, porque el mandatario norteamericano, Donald Trump, al clamar para que no se le haga un juicio por corrupción al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se siente aludido por las condenas que recibió, sin lawfare, por 34 cargos que lo hubieran podido sacar de su aspiración a la Presidencia, pero nada sucede cuando intereses creados aunados con el Poderoso Caballero Don Dinero lo auparon como el más “digno” de sus representantes.
"Es terrible lo que le están haciendo en Israel a Netanyahu", cuando en realidad ese juicio debía haberse efectuado en el 2020, pero había sido suspendido para que en este lapso de cinco años el sátrapa sionista dirigiera sus políticas guerreristas contra Líbano, Siria, Iraq e Irán, así como el recrudecimiento del exterminio o la expulsión del pueblo ,palestino en Gaza y Cisjordania, siempre con la ayuda militar, económica y financiera de Estados Unidos.
"Es un héroe de guerra y un primer ministro que hizo un trabajo fabuloso trabajando con Estados Unidos para lograr un gran éxito en la erradicación de la peligrosa amenaza nuclear en Irán", indicó Trump, quien calificó el juicio contra Netanyahu como "una cacería de brujas" similar a la que él tuvo que "soportar". "Esta farsa de 'justicia es una locura que los fiscales descontrolados le están haciendo a Bibi Netanyahu", agregó.
Y si hay multitudes en estos días en ciudades de Israel es para protestar contra la política oficial que pone en peligro la vida de los rehenes, y no por el continuado y masivo asesinato de los palestinos, ya que gran parte de la población del Estado hebreo ha sido convencida de esta política inescrupulosa y ve natural tal matanza o expulsión.
Según CNN, decenas de miles de manifestantes se congregaron en la plaza de los Rehenes en Tel Aviv para pedir el fin del conflicto que mantienen las autoridades israelíes en la Franja de Gaza. El Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas estimó que salieron alrededor de 30 000 personas.
Por otro lado, en la ciudad de Haifa, en el norte de Israel, los manifestantes levantaron carteles exigiendo que el primer ministro Benjamín Netanyahu abandone el cargo. "¡La guerra debe terminar, los rehenes deben regresar, el gobierno debe caer!", era el mensaje de uno de los carteles. "¿Cuánta sangre más se derramará antes de que el culpable muera?", rezaba otro.
El fracaso de la agresión iniciada por Israel contra Irán y la demostración por Teherán de que su técnica militar puede horadar la defensa sionista, hizo que entrara en pánico una población acostumbrada a vivir en impunidad y al exterminio de los más débiles.
EL JUICIO
Pese a las presiones de Trump, su héroe ya está siendo sometido a juicio, aunque algunos esperan que se le indulte de un momento a otro.
Se espera que el testimonio de Netanyahu continúe -desde un búnker- intermitentemente, durante varias semanas, creando el espectáculo de un primer ministro en funciones defendiéndose a sí mismo contra acusaciones de corrupción.
El caso está en el centro de una profunda división política entre los israelíes sobre el carácter de Netanyahu y ha conducido a media década de inestabilidad política.
Sus partidarios afirman que un Estado profundo liberal intenta derrocarlo por la vía judicial tras no lograrlo en las urnas. Sus oponentes le han pedido que dimita, y algunos lo acusan de prolongar tanto la guerra como el juicio para mantenerse en el poder y evitar la cárcel.
Bibi, “El Guerrero “enfrenta cargos de soborno, fraude y abuso de confianza en tres casos separados pero relacionados. Los cargos se centran en acusaciones de que otorgó favores regulatorios y apoyo diplomático a destacados empresarios a cambio de obsequios y cobertura mediática favorable. Netanyahu ha negado cualquier irregularidad.
El juicio combina tres casos separados, 1 000, 2 000 y 4 000. (Netanyahu fue absuelto en un cuarto caso, el 3 000).
Caso 1 000: se acusa a Netanyahu de aceptar casi 300 000 dólares en regalos, incluidos puros y champán, entre el 2007 y el 2016 del productor de Hollywood Arnon Milchan y del multimillonario australiano James Packer.
A cambio Netanyahu actuó en nombre de Milchan, incluso presionando al Ministerio de Finanzas para que duplicara la duración de una exención fiscal para israelíes expatriados, como Milchan, después de que regresaran al país desde el extranjero.
También se acusa a Netanyahu de presionar al gobierno estadounidense para ayudar a Milchan a renovar su visa estadounidense y de ayudar con un acuerdo de fusión que involucra un canal de televisión propiedad en parte de Milchan.
Se dice que la esposa de Bibi, Sara, también recibió regalos, pero no está acusada en el juicio.
Caso 2 000: Se acusa a Netanyahu de haber negociado un acuerdo de quid pro quo en el 2014 con Arnon Mozes, editor de Yediot Aharonot, uno de los principales periódicos de Israel.
A cambio de una cobertura de apoyo, se acusa a Netanyahu de aceptar considerar la promulgación de una legislación que habría mermado el poder de Israel Hayom, un periódico rival propiedad de Sheldon G. Adelson, partidario de Netanyahu fallecido en el 2021. Sin embargo, no se acusa a Netanyahu de cumplir esa promesa.
Caso 4 000: Entre el 2012 y el 2017, Shaul Elovitch, un magnate de las telecomunicaciones, y su esposa, Iris, están acusados de conceder favores a Netanyahu y a su familia con la esperanza de que este no obstruyera los intereses comerciales de los Elovitch.
En particular, se acusa a Elovitch de permitir repetidamente que Netanyahu y su familia influyeran en la cobertura de su sitio web de noticias, Walla. A cambio, Elovitch esperaba que Netanyahu no hiciera nada que perturbara sus diversos intereses comerciales, incluyendo la fluida fusión entre la compañía de telecomunicaciones de la que era propietario, Bezeq, y su proveedor de televisión por satélite, Yes.
Los Elovitch también están siendo juzgados.
LO QUE SIGUE CON BIBI
Incluso después de que Netanyahu termine de testificar en el 2025, el proceso aún podría tardar años hasta llegar a un veredicto.
Si es declarado culpable, “El Guerrero” podría ser condenado a varios años de prisión.
Sus abogados han intentado negociar un acuerdo de culpabilidad , y sigue siendo posible que puedan hacerlo de nuevo en el futuro.
Algunos israelíes creen que podría ser indultado por el presidente del país, Isaac Herzog, de carácter principalmente protocolario. Y los críticos temen que los aliados de Netanyahu en el gobierno aprueben nuevas leyes que lo eximan del castigo, recogió The New York Times.
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