Sabotaje a gasoductos rusos: ¿Culpa de Ucrania o de USA?

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Sabotaje a gasoductos rusos: ¿Culpa de Ucrania o de USA?
Fecha de publicación: 
12 Marzo 2023
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Luego de una investigación que aún no termina y revelaciones reales sobre la culpa de Estados Unidos y Gran Bretaña en el sabotaje a los gasoductos rusos Nord Stream y Nord Stream 2, los calificados periódicos objetivos de Occidente, encabezados por The New York Times, tienen la tarea de desviar la atención sobre la verdad y echar la culpa de todo a Ucrania, con el fin de que al criminal hecho le sea colgado el cartelito de lógica respuesta de Kiev en el conflicto que libra con Moscú.

Como siempre en estos casos de ocultamiento de la verdad, se da más atención a lo que dicen esos periódicos devenidos libelos del Imperio para librar de sospechas al amo que bien paga para librarle de las responsabilidades sobre un sabotaje que envenenó las aguas adyacentes y perjudicó aún más el suministro de gas a los propios aliados europeos, con gobiernos genuflexos a Washington, que aprovecha para llenar las arcas de las industrias energética y armamentística.

La investigación internacional del incidente pedida por Rusia marcha a “paso de jicotea”, mientras la Casa Blanca tilda de "ficción" a un hecho en el que, si se actúa con honestidad, se verá su papel clave en las explosiones y fugas de gas en septiembre pasado, en medio del conflicto entre Rusia y Ucrania.

Y es que lo revelan fuentes conocedoras, que ofrecieron detalles de cómo se efectuó, y en ello descuella el relato del afamado periodista ganador de un premio Pulitzer, Seymour Hersh, quien acusó a la Marina de Estados Unidos de estar detrás de las explosiones registradas en los gasoductos Nord Stream y Nord Stream 2 en septiembre del 2022. 

Hersh explicó en su sitio web que los responsables del sabotaje son buzos estadounidenses que habrían colocado explosivos durante unas maniobras de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y que los mismos fueron activados por la Marina noruega meses después. 

Aunque con anterioridad habíamos publicado cuestiones relativas al hecho, creo es bueno ampliar con sus palabras lo que el establishment estadounidense calificó de ficción:

"El pasado mes de junio los buzos de la Armada estadounidense, que operaban al amparo de un ejercicio de la OTAN ampliamente publicitado y conocido como 'Baltos 22', colocaron los explosivos que, al ser activados por control remoto tres meses después, destruyeron tres de los cuatro gasoductos Nord Stream Esto ocurrió el 26 de septiembre, cando un avión de la Marina noruega lanzó una boya hidroacústica que detonó los artefactos explosivos.

"A los pocos minutos, los charcos de gas metano que quedaban en los gasoductos destruidos podían verse esparciéndose por la superficie del agua, y el mundo se enteró de que había ocurrido algo irreversible", relató Hersh en un extenso artículo plagado de detalles del operativo. Los preparativos para el sabotaje llevaron nueve meses y habrían sido coordinados por el asesor de Seguridad Nacional norteamericano Jaque Sullivan.

Hersh se basa en una fuente con acceso directo a las negociaciones, y su artículo contiene informaciones y declaraciones públicas de autoridades estadounidenses del más alto nivel que indican que el ataque fue ordenado por Washington. Comprobémoslo.

BIS AMPLIADO

En una comparecencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado a finales de enero, la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, expresó su satisfacción por la desaparición del gasoducto.

"Al igual que usted me complace mucho, y creo que a la Administración también, saber que el Nord Stream 2 es ahora un trozo de metal en el fondo del mar", le dijo una orgullosa Nuland al senador republicano y anticubano Ted Cruz. 

Incluso el 7 de febrero, menos de tres semanas antes del inevitable inicio del ataque ruso en Ucrania, el presidente Joe Biden se reunió en su despacho de la Casa Blanca con el canciller alemán Olaf Scholz. En la rueda de prensa posterior, Biden afirmó desafiante: "Si Rusia invade... ya no habrá Nord Stream 2. Le pondremos fin".

Las fugas del Nord Stream se dieron en pleno mar Báltico, frente a la isla danesa de Bornholm. Un informe danés-sueco concluyó que las fugas fueron causadas por explosiones submarinas correspondientes a cientos de kilos de explosivos. El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia catalogó las explosiones de ataques terroristas y el 30 de septiembre reveló que tenía pruebas que apuntaban a la implicación de países occidentales. 

La ruta directa que unía a Rusia con Alemania evitaba que el gasoducto tenga que pasar por Ucrania, lo que significaba un negocio perfecto para los alemanes: se proveían de abundante gas natural ruso barato y, en paralelo, los distribuidores germanos podían vender el gas sobrante por toda Europa Occidental.

De mantenerse ese escenario, Washington temía que países como Alemania se mostraran reacios a suministrar a Ucrania el dinero y las armas que necesitaba para vencer a Rusia. Para Hersh, esa inquietud llevó a Biden a autorizar a Sullivan para que reuniera a un grupo de expertos que orquestaron el sabotaje. 

POSIBILIDAD, PROBABILIDAD

Tal como subraya el magnífico cantante norteamericano Johnny Mathis en Changes are la convergencia de la probabilidad y la posibilidad hacen irrebatible un hecho, el logro de un amor verdadero en la canción, y de muestra clara de la acción de publicaciones occidentales por desviar la atención sobre lo que realmente pasó y, de ese modo, evitar castigar a los responsables de este acto que causó daños graves en los gasoductos que conectan a Rusia con Alemania por el fondo del mar Báltico.

"Me pregunto quién permite que tales filtraciones llenen el espacio informativo. La respuesta: lo hacen quienes no quieren llevar a cabo una investigación en un ámbito legal y van a desviar la atención del público de los hechos de todas las formas posibles", cuestionó la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova.

En ese sentido, expertas consultadas por Sputnik consideran que las acusaciones solo avivan el fuego del conflicto en Ucrania e incluso podrían ser una forma del comienzo del retiro paulatino de Washington del conflicto.

Pero no lo creo, porque, en la práctica, Estados Unidos se involucra más y más con armas modernas que hacen que los ataques kievitas dañen a la población y destruyan infraestructuras civiles, incluso en territorio ruso.
Washington, mediante Biden, se sigue peligrosamente excediendo, como lo hace ahora también en las provocaciones a China, motivo de un posible comentario.
 

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