¡Qué buena combinación de doble play!

Me complace andar por los caminos de la crónica, pero comprendo la urgencia del artículo y el comentario por la riqueza de su análisis. Amar el canto, a la emoción, es muy válido, un gran apoyo para llegar a los lectoras y lectores, aunque sin encadenarse y mucho menos dar lo cursi como literario, error palpable en nuestros medios. Tampoco es de aplaudir el abrazo excesivo a lo analítico, y al uso de las estadísticas hasta marear, dejándose esclavizar por ellas cuando deben ser instrumentos útiles.

Con la crónica se toca a la puerta del corazón para conducir a la razón; con el artículo a la de la razón para arribar al corazón. Y hay que evitar confundir sus senderos para no arruinar esa importante combinación de doble play: la crónica y el artículo.

Un colega había enviado varios escritos al Concurso de Periodismo Deportivo José González Barros. Logró el premio en crónica y esperaba repetir la alegría en comentario. No ocurrió. El jurado estaba presidido por el profesor de profesores José Antonio Benítez quien, después de felicitarlo en el acto de premiación, le señaló el error cometido al enviar a un género un texto que no correspondía.: "Como crónica, muy buena, pero no era un comentario donde no es permitido soñar. Para que lo fuera necesitaba de un análisis profundo, opiniones, objetividad, no loas ni ensueño..."

El Che, expresó: "Desgraciadamente, a los ojos de la mayoría de nuestro pueblo, y a los míos propios llega más la apología de un sistema que el análisis científico de él. Esto no ayuda en el trabajo de esclarecimiento, y todo nuestro esfuerzo está destinado a invitar a pensar, a abordar el marxismo con la seriedad que esta gigantesca doctrina merece" (Febrero 26 de 1964, en carta de respuesta a José Mederos publicada en el libro Apuntes críticos de Ernesto Che Guevara a la Economía Política. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2012).

En otra crítica señala el 12-10- 1963, página 265 de la citada obra: "Eso demuestra nada más la falta total del hábito de análisis que existe". Hay muchas más opiniones suyas sobre lo dañino que sobreviene cuando "...la apologética reemplaza a la ciencia". Ningún campo escapa a esta herida, abundante en Cuba en lo deportivo, especialmente ante los reveses: se busca la emoción, se publican demasiadas "odas" acerca de las actuaciones ardientes, los grandes sacrificios, merecidas pero no deben ser usadas para tapar caídas y malos resultados.

Fidel al analizar el quehacer de nuestra delegación en Beijing 2008 nos ilumina: "...nos hemos dormido sobre los laureles. Seamos honestos y reconozcámoslo todos. Revisemos cada disciplina, cada recurso humano y material  que dedicamos al deporte. Debemos ser profundos en el análisis, aplicar nuevas ideas, conceptos y conocimientos". Pensamientos vigentes a pesar de que después se agregó el cetro de la martillista Yipsi Moreno a los del luchador Mijaín López y el vallista Dayron Robles, Antes del descubrimiento del fraude, ocupábamos el lugar 29. Terminamos en el 18.

Tres títulos son pocos para el país que convirtió el Deporte para todos de Coubertin en el Deporte derecho del pueblo, y que invierte tanto en la Cultura Física, sin negar el derrumbe del campo socialista- su apoyo pesó en que llegáramos a ser una potencia- y el bloqueo gringo cada vez más cruel. Publiqué entonces en Tribuna de La Habana: A la delegación le faltó preparación física y psíquica, visión táctica; no obviamos problemas trascendentales anteriores: el debilitamiento de la masividad, la no utilización plena de las consecuciones científicas, muchas de la Univertsidad del Deporte, y la justa adecuación al momento que vivimos.

Las palabras del Comandante en Jefe son aplicables ante los resultados en los Centrocaribes y Panamericanos más cercanos y otros torneos, los de la pelota especialmente. Vivimos un panorama harto dificultoso: el comercialismo ha agarrado por el cogote al olimpismo, a todo el deporte, y le ha penetrado el alma, lo que hace mucho más complejo el bregar de las naciones del llamado Tercer Mundo, lanzados allí por la maldad del Primero. Llevar a la vida aquellos planteamientos de Fidel es básico para poder avanzar en este horrible paisaje propio del naufragio del planeta.

¿Se ha revisado profundamente cada disciplina, cada recurso humano y material, se ha profundizado en el análisis y se han aplicado correctamente nuevas ideas y conocimientos nuevos que sean efectivos? Debemos comenzar por fortalecer la base de verdad y evitar que el campeonismo y el brillo de las medallas nos sigan encandilando. Tardamos demasiado en comprender, con los hechos sobre todo, lo indispensable del ajuste a la etapa presente. El arribo de los contratos y otros importantes cambios ha sido fundamental. Mas a la contrapartida le falta eficiencia.

Ahora es mucho más ineludible la misión educativa, la forja ideológica, que parta del ejemplo de entrenadores, profesores y funcionarios y la prensa del sector, y el dominio de palabras convincentes alejadas del teque y el dogmatismo, belleza y profundidad juntadas. Nos falta bastante en ese sentido. La marcha por un camino lleno de veneno demanda de ese antídoto. Su ausencia permite aparecer el desastre. Es un espacio mercantilizado, deshumanizado. ¿Cuál no en este mundo?

Hay que priorizar la tarea formadora: la virtud a la par de la agilidad, la resistencia, la fuerza, la habilidad... para salvar y salvarnos. El pensar y el hacer sin escondrijos, alejados del extremismo y la blandenguería, es un arma esencial. De espaldas a ella nos esperan las dagas de la perversidad.