México tendrá Presidenta: Claudia Sheinbaum, seguiré legado de AMLO

Pese a las campañas desinformativas de los tradicionales partidos de derecha  y la ola de violencia desatada por los grupos afines al narcotráfico que reciben armas procedentes de Estados Unidos, causantes de la muerte de 20 candidatos en las diversas instancias, Claudia Sheinbaum, del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), hizo buenos los pronósticos y será la primera mujer Presidenta de la República, tras conocerse los resultados de los comicios celebrados este domingo en México.

Sheinbaum tuvo entre 58,3% y 60,7% de la votación, según el Conteo rápido, un ejercicio que el Instituto Nacional Electoral (INE) realiza a partir de una muestra estadística de actas de las mesas receptoras de voto para conocer las tendencias.

Detrás de Sheinbaum —postulada por los partidos Morena, del Trabajo y Verde Ecologista— se ubicó la candidata opositora Xóchitl Gálvez —de los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática— con entre 26,6% y 28,6% de la votación.

En tercer lugar quedó el candidato de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, con entre 9,9% y 10,8% de la votación.

Según el Conteo rápido, la participación en los comicios presidenciales fue de entre 60% y 61,5% del electorado.

Además del Conteo rápido, el INE tiene habilitado el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), que se actualiza conforme se capturan las actas de las casillas. El miércoles comenzará los cómputos distritales, a partir de los cuales se tendrán los números finales de la elección.

Después de la jornada de este domingo —en las que en todo México se votó para renovar unos 20.000 cargos—, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) deberá recibir y analizar las eventuales impugnaciones al proceso, así como calificar la elección presidencial a más tardar el 6 de septiembre.

Si el Tribunal valida la elección, Sheinbaum asumirá el cargo el 1 de octubre, en relevo de Andrés Manuel López Obrador. Su mandato durará seis años, del 2024 al 2030.

Más de 98 millones de ciudadanos estaban habilitados  para elegir más de 20 000 cargos de elección popular, números que hacen de la elección de este domingo la más grande de la historia del país.

Además de la presidencia, las 500 curules de la Cámara de Diputados y los 128 escaños del Senado estaban en disputa. También ocho gubernaturas y la jefatura del gobierno de Ciudad de México fueron renovadas.

También 1 098 Diputaciones locales 1 802 Presidencias municipales, 1 975 Sindicaturas, 14 560 Regidurías, 204 Concejalías, 22 Presidencias de Juntas municipales, 88 Registradurías de Juntas Municipales, 22 Sindicaturas de Juntas Municipales y 299 Presidencias de Comunidad.

Los comicios estuvieron marcados por la violencia. Según un recuento del gobierno federal, 22 candidatos a puestos locales fueron asesinados. Sin embargo, organizaciones independientes contaron hasta 37 víctimas.

El país, de 130 millones de habitantes y que se ha caracterizado a menudo por su cultura “machista”, eligió ahora a su primera mujer presidenta.

También entraron en juego la escalada de la guerra entre los cárteles; el legado político del presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, y la larga y a menudo tumultuosa relación con Estados Unidos.

UN GRAN PASO

Una mujer presidenta es un gran paso en un país con altos niveles de violencia de género y profundas disparidades entre hombres y mujeres.

México sigue experimentando un intenso “machismo”, expresado en su forma más extrema en el elevado número de feminicidios, pero también en cientos de detalles cotidianos más sutiles.

Aunque las mujeres han alcanzado puestos de poder político en la vida pública — en parte debido a las cuotas de representatividad exigidas en los cargos públicos — siguen sufriendo elevados niveles de violencia de género. Los feminicidios han sido un problema persistente durante décadas.

PROGRAMA NECESARIO

La Presidenta electa, de 61 años y que era alcalde de la capital mexicana, ha dado a conocer un programa ambicioso y necesario como parte de su Proyecto de Nación, para una República democrática, justa, honesta, libre, participativa y responsable, y así proseguir el camino iniciado por el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador.

Habrá respeto a la división entre el poder económico y político, por el bien de todos, los pobres estarán primero; habrá un gobierno de territorio y no de escritorio que visitará todas las entidades, con garantía de las libertades de expresión, prensa, reunión y de movilización, sin represión.

También el respeto a libertad religiosa, política, social, cultural y sexual de la población; combatir la discriminación, proteger a los mexicanos en el exterior, ser fiel a los principios sobre la libre autodeterminación de los pueblos, no intervención y fraternidad universal.

Además, impulsar la reforma electoral para fortalecerla democracia participativa y revocación de mandato, así como eliminar la reelección con todos los cargos de elección popular.

Establecer un modelo ejemplar de fiscalización del servicio público para evitar el regreso de la corrupción, mantener la austeridad republicana, la disciplina financiera y fiscal, sin lujos ni privilegios en el gobierno.

Se mantendrá la autonomía del Banco de México, sin condonación de impuestos y continuará el combate a la evasión fiscal, con la tecnología al servicio de la gente, que no sufrirá gasolinazos, ni aumentos en gas y electricidad por encima de la inflación.

Habrá Igualdad para pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas, además de garantizar los programas sociales (adultos mayores, discapacidad, jóvenes construyendo el futuro), ampliar el de bienestar para niños de madres trabajadoras, ofrecer pensión a mujeres cuidadoras de 60 a 64 años, fortalecer el Banco del Bienestar, prohibir constitucionalmente el maltrato animales.

EDUCACIÓN Y SALUD GRATUITAS

En lo que concierne a la educación, todos los sistemas serán gratuitos, incluidos los textos; habrá ampliación generalizada de becas para todos sectores, desde el primario al universitario, con atención a quienes viven en condiciones de desigualdad, con el fin de convertir a México en una república educadora, humanista y científica.

Atención al deporte y la cultura, con el fin de llevar la lectura a todos los mexicanos, merecedores de vivir en una nación donde todos tengan acceso a la salud desde el nacimiento, con consultorios familiares en los 154 municipios que aún no los tienen, abasto de medicamentos y eliminar la adicción, entre otros muchos empeños.

Además, emprender un amplio programa de construcción y legalización de viviendas, mejoramiento urbano en colonias marginadas, elevar a rango constitucional la igualdad sustantiva de las mujeres y el derecho a una vida sin violencia.

Lograr una república con trabajo, salario y pensiones  justos para los trabajadores y salario mínimo para maestros, policías, Guardia Nacional, soldados y enfermeros, con obligatoriedad de seguridad social.

Y lo anterior es solo una parte de un programa que, con mucha más amplitud, tratará de cumplir la Presidenta de la Nación en el curso de su mandato, tras subrayar que seguirá el buen legado dejado por quien considera su maestro y guía, en fin, un buen Presidente, Andrés Manuel López Obrador.