Mafia sionista asesina
especiales
Israel bombardea zonas residenciales en la Franja de Gaza. Foto Hisham Wannous
El genocidio planificado que está llevando a cabo Israel en la Franja de Gaza es un capítulo más del baño de sangre a que ha sometido al pueblo palestino con la aquiescencia y el visto bueno de su mentor, Estados Unidos, y sus aliados del resto de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Cuántas veces ha pasado esto y las imágenes no nos han llegado y ha funcionado aquello de que “ojos que no ven, corazón que no siente”.
El mandatario de Estados Unidos ha mostrado todo su apoyo a los bombardeos contra la población palestina, así como los cortes de suministros de agua, electricidad y combustible.
Joe Biden, quien anunció que visitará a Israel, usó su primera intervención desde el ataque de Hamás para reiterar su apoyo rotundo a Tel Aviv, como lleva haciendo Estados Unidos desde la fundación del Estado sionista en 1948. El mandatario estadounidense, que se juega la reelección en el 2024, se reunió con el primer ministro israelí, el ultraderechista Benjamín Netanyahu.
“En este momento debemos ser muy claros: estamos con Israel”, a la vez que consideró que el país hebreo tiene el “deber” de responder a los “feroces ataques”. En esta línea, el jefe de la Casa Blanca ha anunciado que ha solicitado al Congreso que tome medidas urgentes para “financiar los requerimientos de seguridad nacional”.
Los dirigentes israelíes han llamado animales a los combatientes de la organización Hamás por haber iniciado un ataque sorpresivo que ha afectado tanto en lo militar como en lo civil a Israel.
Sin embargo, esto no puede ser calificado así, porque es una reacción a los continuos abusos y asesinatos del ocupante, a veces de colonos de los ilegales asentamientos que destruyen sembrados y viviendas de los palestinos, además de apropiarse de inmuebles que están en buen estado.
Es un robo a mano armada, sin que se le pueda oponer resistencia, por lo que la acción de Hamas, independientemente del estilo utilizado, es algo que tiene su lógica, parecido al axioma “Tanto va el cántaro a la fuente, hasta que se rompe”.
Puede ser que sea o no un pretexto, porque al Estado sionista no le hace falta para imponer su política criminal, mientras portaaviones norteamericanos, con pilotos y marinos judíos respaldan las operaciones de exterminio emprendidas por los militares israelíes.
RECORDANDO
Recuerdo en un trabajado publicado en junio de 1967 en el periódico Granma sobre la “guerra de los seis días”, (Israel dijo “Yes”) que el imperialismo presentaba a Israel como el David que derrotaba al gigante Goliat, sin mencionar el apoyo militar que le prestaban abundantemente sus aliados.
Luego, Granma Internacional mencionaba la sospecha que Israel estuviera involucrado en el atentado contra las Torres Gemelas neoyorquinas el 11 de septiembre del 2001, cuando los magnates sionistas controlaban, y controlan, el 90% de las comunicaciones y dos días antes del hecho, a más de 200 funcionarios israelíes que allí laboraban se les dieron un tiempo de asueto sin explicación alguna.
Por supuesto, todo esto entra en el campo de las conjeturas, como la posible implicación de Israel en los asesinatos de los hermanos Kennedy.
Y es que el presidente John F. Kennedy no permitía que Israel tuviera el arma nuclear. No solo amenazó con retener ayuda financiera, advirtió también de otros tipos de retribución. De ahí la posibilidad de que la inteligencia sionista, valiéndose de peones locales, actuara en consecuencia.
Cinco años después, justo después de la medianoche del 6 de junio de 1968, el senador Robert Kennedy fue asesinado en una habitación del hotel Ambasador en Los Ángeles. Acababa de celebrar su victoria en las primarias de California, lo que lo convirtió en el candidato demócrata más probable para las elecciones presidenciales. Su muerte abrió el camino para Nixon, quien finalmente podría convertirse en presidente ocho años después de haber sido derrotado por John F. Kennedy en 1960.
IMPUNIDAD
La impunidad de estar por encima de leyes internacionales: es lo que representa Israel, con la complicidad de un Estados Unidos y sus socios leales de Occidente.
El embajador de Palestina en España, Hosni Abdel Huachad, así lo denunció: “Es nacencia de la media a nivel mundial …lavarse las manos… Es muy triste que los países europeos y Estados Unidos, no están midiendo con la misma vara sino con una doble vara, renunciando a sus principios, al menos declarados… hablan tanto del Derecho Internacional, de los derechos humanos, de la democracia, de las convenciones, de los protocolos, de los organismos multilaterales”.
La humanidad no puede permitir que esta degeneración continúe; que Israel siga cometiendo este genocidio, pensado, planificado, sentido y, al parecer, legitimado entre su población.
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