La fundación del III Frente en Cuba

El 6 de marzo de 1958 una tropa rebelde llegaba a la zona de Puerto Arturo, en el Oriente cubano, para fundar el que pasaría a la historia como III Frente Oriental “Dr. Mario Muñoz Monroy”. Al mando se encontraba el legendario Juan Almeida Bosque, asaltante del cuartel Moncada y expedicionario del yate Granma.

Su designación para tal misión se había hecho pública a través de las ondas de Radio Rebelde el 27 de febrero. La orden, firmada ese día por el Comandante en Jefe Fidel Castro, decía:

“Se comunica por este medio que ha sido ascendido al grado de comandante el capitán Juan Almeida Bosque y se le nombra jefe de la columna 3 que operará en el territorio de la Sierra Maestra, situado al este del poblado de María Tomasa, debiendo extender el campo de operaciones lo más lejos posible hacia esa dirección”. 

Almeida sostuvo la última reunión de puntualización con Fidel el primero de marzo, en el campamento de Che Guevara conocido como La Pata de la Mesa, al igual que Raúl Castro, quien cumpliría similares misiones en la zona norte de Oriente. Oficiales subalternos de las nuevas columnas también participaron en esa preparación.  

De ese día, Almeida contó una anécdota, recogida en el libro Fidel: de Cinco Palmas a Santiago. Estando la tropa formada, al mediodía, a punto de comenzar la marcha, se acercó el jefe del Ejército Rebelde, incómodo, con otro combatiente y dijo: 

—Este, te lo llevas de cocinero mientras dure la guerra. 
Se trataba de un guerrillero que, al parecer, estaba extraviado y no se había incorporado a la tropa desde que el anterior 16 de diciembre había tenido lugar el combate de Veguitas.

 
Foto tomada de internet

Según las fuentes históricas, la zona de operaciones asignada al comandante Almeida abarcaba unos 6 000 kilómetros cuadrados. Se extendía desde las cercanías de Bayamo hasta las de Santiago de Cuba e incluía los poblados de Baire, Jiguaní, Contramaestre, Guisa, Santa Rita, Maffo, Palma Soriano, Aguacate, Ramón de Guaninao, Central América, Dos Palmas, El Cobre, Melgarejo, El Cristo, El Caney, el sur de San Luis, Loma del Gato y Chivirico.

En los meses sucesivos, los 57 combatientes que conformaron el núcleo guerrillero inicial se multiplicaron con la incorporación de campesinos y obreros. Poco conocida resulta, quizás, la participación de Oniria Gutiérrez Montero y María Mercedes Sánchez Dotres, mujeres miembros de la comandancia del III Frente que desde el minuto cero lo integraron. 

Otros oficiales con méritos acumulados en el enfrentamiento a la tiranía de Fulgencio Batista acompañaron al líder del frente “Dr. Mario Muñoz Monroy” en su misión de expandir la guerra. Entre ellos destacan: Calixto García Martínez, también asaltante al Moncada y expedicionario del Granma; Guillermo García Frías, primer campesino incorporado al Ejército Rebelde, quien fungía, además, como segundo de Almeida; René de los Santos, fundador del Partido Ortodoxo; y Hubert Matos, cuyos derroteros se alejaron de la Revolución posteriormente.   

Las fuerzas del III Frente participaron en importantes batallas, como las de Guisa, Palma Soriano y Maffo. En su historial combativo constan ataques a cuarteles, emboscadas, escaramuzas y sabotajes. A ellas también se les reconoce el mérito de haber protagonizado, por primera vez, la toma de una cabecera municipal, lo cual ocurrió en El Cobre durante la noche del 10 y la madrugada del 11 de abril de 1958. 

Fiel a la práctica del Ejército Rebelde, el III Frente no se limitó a las acciones militares. La comandancia de Juan Almeida impulsó labores civiles como la atención sanitaria y educativa a pobladores de los territorios conquistados por la Revolución.