La caída de Pedrín Sotto Alba en Moa
especiales
Pedro Sotto Alba es una de esas personalidades de la historia de Cuba sobre la que es importante regresar. Nacido el 27 de diciembre de 1935 en Bayamo, antigua provincia de Oriente, es mártir de la guerra de liberacion nacional.
Sus biografías dan cuenta de que llegó a México cuando Fidel Castro preparaba el traslado de los revolucionarios a Cuba. Se convirtió entonces en uno de los tripunalantes del yate Granma. Sobrevivió al funesto combate de Alegría de Pío, libró varias acciones combativas en el Ejército Rebelde y fue uno de los fundadores, bajo el liderzgo de Raúl Castro, del II Frente Oriental “Frank País García”. Murió combatiendo en ese frente, justamente el 26 de junio de 1958.
Aunque afrontó innumerables riesgos desde el arribo del Granma en 1956, la acción que le costó la vida fue la toma de Moa. En ese combate tenía el encargo de hacerse del cuartel de la Guardia Rural. Estaba al frente de un grupo de rebeldes y, de acuerdo a los testimonios disponibles, contaba con un fusil Garand.
Existe constancia de que Pedro Sotto, a quien sus compañeros llamaban Pedrín, llegó muy cerca de las líneas de fuego enemigo. Todo parece indicar que buscaba dar el ejemplo e impulsar a sus subalternos a rodear el cuartel. En el libro Columna 19 “José Tey” se narra de la siguiente forma:
“Pedrín ordenó continuar el avance. Ahora se realizaba prácticamente a rastras y bajo un intenso tiroteo. Se continuó avanzando hasta llegar a unos 50–60 metros de la guardia enemiga. En esta posición, dispuso Pedrín el despliegue del pelotón alrededor del cuartel, aprovechando la protección de unas traviesas de madera que allí se encontraban regadas”.
– ¡Pedrín está herido!, gritaron sus compañeros después de que una granada, lanzada por los soldados batistianos, lo mutilara.
El mencionado libro, escrito por una comisión de combatientes del II Frente, refiere que sus hombres lograron trasladar el cuerpo hacia lugar seguro y en pocos minutos fue enviado al hospital de Moa. Pedrín no sobrevivió; al llegar al recinto sanitario su muerte resultó confirmada.
El cuartel se pudo tomar, aunque la soldadesca escapó. La tropa hasta entonces dirigida por Pedrín se apoderó de necesarios recursos bélicos. Cuentan que en su entierro Raúl prometió que, cuando se ganara la guerra, la planta de níquel de Moa llevaría su nombre.
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