Hillary, ¿peor que Trump?
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Hillary Clinton volvió a ofrecer su aspecto hilarante, cuando conoció que su archienemigo Donald Trump ha sido declarado culpable de abuso sexual y espera juicios por otras acusaciones que podrían inhabilitar su candidatura por el Partido Republicano para las elecciones presidenciales del 2024.
Pero la alegría no le duró mucho, cuando horas después el fiscal especial John Durham concluyó que el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por su siglas en inglés) nunca debió abrir una investigación sobre las fabricadas relaciones entre Trump y Rusia durante las elecciones del 2016, e indicó que ello se debió a las presiones ejercidas por el equipo que respaldaba la candidatura de la derrotada esposa de William Clinton.
Empero poco se hará al respecto, debido a presiones del establishment actual que, además de respaldar a los Clinton, no quiere que se ataque al FBI, a pesar de que éste descartó o ignoró deliberadamente información material que no respaldaba la narrativa de una relación colusoria entre Trump y Rusia. "Una evaluación objetiva y honesta de estas líneas de información debería haber hecho que el FBI cuestionara no solo la predicación de Cosiere Huracane (entidad que falseó datos (N. de la R,), sino también reflexionara sobre si el FBI estaba siendo manipulado con fines políticos o de otro tipo. Desafortunadamente, no fue así".
Durante años, Trump y otros conservadores han señalado la investigación en curso de Durham con especulaciones de que aseguraría acusaciones contra ex funcionarios de alto nivel del FBI o individuos cercanos al ex presidente Barack Obama o Hillary Clinton, o de otra manera desenterraría información condenatoria que respaldara su acusación de que el "Estado profundo" del FBI atacó indebidamente a Trump.
SUCIEDAD QUE LA ENVUELVE
Muchos recuerdan como cuando era Secretaria de Estado de Barack Obama, Hillary no pudo contener la risa cuando a pocas horas de asumir el cargo se enteró del asesinato del líder libio Muamar el Ghadafi.
Así, de una manera u otra, Hillary aparece como una malvada política capaz de hacer tanto mal como Trump, quien ha sido protagonista de bandazos inteligentes como cuando con tres millones de votos menos logró la presidencia, al conquistar los estados con más votos electorales, pero también rayó en la estupidez al alentar a sus elementos más reaccionarios a asaltar el Capitolio.
Lo cierto es que existen documentos que indican que el FBI protegió a Hillary por recibir ilegalmente dinero del extranjero durante su campaña presidencial del 2016.
La posible investigación se frustró, porque influencias desde el máximo nivel del FBI, conocido como ‘el séptimo piso’, impidieron que se efectuara, siendo director del FBI, James Come, de acuerdo con Nacional File.
La Comisión Federal de Elecciones de EE. UU. (FEC, por la sigla en inglés) impide que las campañas electorales soliciten o acepten contribuciones de ciudadanos extranjeros, bajo ninguna circunstancia, pero la afluencia de dinero del exterior motivó a agentes del FBI a solicitar la autorización requerida por la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (FISA, por sus siglas en inglés).
En este caso los agentes solicitaron el permiso del tribunal FISA, pero nunca la recibieron.
“A Kendall y Turner (directores del equipo legal de Clinton) se les informó que el FBI les proporcionaba este informe para que estuvieran al tanto y para que la señora Clinton pudiera tomar las medidas adecuadas para protegerse”, decía un memorando resumido.
Es de notar que el FBI a cargo de Comer prefirió avisar a la demócrata Clinton, contra quien había motivos para iniciar una investigación por posible colusión con una potencia extranjera, subraya Los Angeles Times.
LA REINA DEL CAOS
Así se llama el libro de Diana Johnston sobre Hillary Clinton, a quien señaló como motivo de preocupación en primer lugar por Libia, por su responsabilidad en la guerra que la hundió en el caos, que se extiende hacia el resto de África e incluso Europa, llevando más guerra al Medio Oriente.
Apoyó más a Israel contra los palestinos, se comprometió con Tel Aviv para que junto a Arabia Saudita derrocaran a Hafez al Assad en Siria, y destruyeran la alianza entre Irán, Assad y Hezbolá, aumentando el riesgo de una confrontación militar con Rusia.
Desde esos tiempos, Hillary Clinton defendió una política beligerante hacia Rusia en su frontera con Ucrania. Los principales medios de comunicación en Occidente se negaron a dar crédito a observadores serios como John Pilguar y Ralph Nader, quienes expresaron su temor a que “Hillary Clinton nos conduzca, sin advertirlo, a la Tercera Guerra Mundial”.
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