Fidel, un hombre del presente y futuro
especiales
Cuando en medio de la alegría de las masas populares Fidel Castro entraba en La Habana, el 8 de enero de 1959, ni los representantes del imperialismo yanqui, ni la burguesía nacional cubana tenían la menor idea del destino que aquella revolución depararía a su hegemonía. Pensaban que les resultaría fácil conducir a Fidel y sus barbudos, por la misma vía en la que hasta entonces habían disuelto las esperanzas revolucionarias de Cuba y América Latina. Unos años antes, pasaron por alto su histórica defensa del Moncada, sus afirmaciones revolucionarias y visionarias, que representaron las bases de un programa social amplio y profundo, que posteriormente llevó a la práctica.
Fidel, hijo de terratenientes, discípulo de los jesuitas, desde niño estuvo imbuido de un sentido humano, de la justicia y la independencia que lo situaron en las posiciones más avanzadas y forjó en él lo que llamó “la vocación de revolucionarios”1, que lo llevaría a guiar un movimiento que derrotaría la tiranía de Fulgencio Batista y lo acompañaría por los caminos de la construcción del socialismo.
Ni los enemigos más acérrimos pueden ignorar su dimensión histórica y universal, su dedicación a asuntos cruciales para la supervivencia y desarrollo de la humanidad, como la inclusión social, la solidaridad entre los pueblos, el acceso a la educación, salud, práctica del deporte y la cultura, los efectos del cambio climático, un nuevo orden internacional, las luchas de los países subdesarrollados ante el neoliberalismo, entre otros.
Como dijo el destacado intelectual cubano, Iroel Sánchez, “la información, el conocimiento, la ciencia y la tecnología son, en su visión del mundo una herramienta liberadora, como constituyen en manos del capitalismo, instrumentos para crear a través de la publicidad y la manipulación mediática lo que describe como reflejos condicionados”
. De esta manera, en 1961 inició la campaña de alfabetización y a mediados de la década de 1960 impulsó la formación del personal en el campo de la computación en la Educación Superior y después en los demás subsistemas de la educación cubana, siguiendo líneas coincidentes con las mejores prácticas internacionales de entonces.
Hitos en su visión de futuro son el diseño, desarrollo y construcción de la primera computadora digital cubana, denominada CID 201, que se puso en marcha en menos de un año en abril de 1970; la fundación del programa de los Joven Club de Computación y Electrónica el 8 de septiembre de 1987, donde en reunión con el Buró Nacional de la UJC ese día comentó que “la sociedad que no se prepara para el uso de la computación está liquidada”; la creación del programa del Médico de la Familia y la práctica masiva del deporte desde la base hasta el alto rendimiento.
En los momentos críticos del período especial el líder histórico de la Revolución apoyó e impulsó la creación del Polo Científico del Oeste de La Habana, de las redes informáticas de la Salud (Infomed) y de las universidades (Reduniv) y la constitución de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa). Su energía y optimismo estuvieron presentes en los múltiples programas de la Batalla de Ideas, que permitieron incrementar el acceso a Internet de periodistas, personal de la salud, la ciencia, las universidades; en la fundación de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), las Salas de Televisión en lugares apartados de la geografía de Cuba y los programas de Instructores de arte y Trabajadores Sociales.
Cuba envió médicos, maestros y constructores a cientos de países, luz a millones de personas en el mundo a través de la Operación Milagro, donó sangre para los heridos en los terremotos y en los campos de batalla de América Latina y África, otorgó becas a nivel técnico y universitario para estudiantes de Asia, África y América Latina, ofreció solidaridad con las causas justas y soles de esperanza a los pueblos. Esa práctica la concibió Fidel Castro.
Fidel, es un hombre del presente y futuro, hoy en el mundo entero es noticia su cumpleaños 98. Los políticos y los pueblos tendrán que acudir a él para enfrentar los grandes desafíos actuales y por venir. Así lo resumió el historiador y editor cubano, Pedro Álvarez Tabío:
“Fidel es un perenne creador de innovadoras, fructíferas y nobles ideas que han dado y continúan dando actualidad y vitalidad inagotables a la Revolución Cubana, y razón de ser para todos los hombres y mujeres en este mundo convulso e injusto que están persuadidos de que otro mejor es posible y luchan día a día por hacerlo realidad”3.
Notas
1 Castro Ruz, Fidel: Discurso pronunciado en el acto de su toma de posesión como Primer Ministro, efectuado en el Palacio Presidencial, 16 de febrero de 1959.
2 Palabras de Iroel Sánchez en la presentación del libro, Fidel Castro, soldado de las ideas, La Habana, 13 de agosto de 2013.
3 Álvarez Tabío, Pedro: Nota a la segunda edición cubana de Cien horas con Fidel. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2006, p.13.
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Arquero
Carlos de New York City
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