Corruptela paraguaya: Entre “Marito” y Cartes anda el juego

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Corruptela paraguaya: Entre “Marito” y Cartes anda el juego
Fecha de publicación: 
29 Julio 2022
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Mario Abdo Benítez junto a Horacio Cartes

Gran algarabía se ha formado por estos días en Paraguay ante la decisión de Estados Unidos de poner en evidencia al ex presidente Horacio Cartes por varios delitos relacionados con el narcotráfico, en los que, como “buen padre”, involucró a tres hijos.

Ello ha sido providencial para el presidente Mario Abdo Benitez, alias “Marito”, quien también desbarró contra Cartes, el aparente “árbol caído”, y así lograr la jefatura del oficialista Partido Colorado, con el fin de lograr su apoyo para reelegirse.

Así a “grosso modo”, porque la corrupción que emana Cartes ha sido de muchos, muchos años, en tanto “Marito” no ha sido nada limpio, aprovechando que fue un privilegiado de la dictadura stroesnerista, que lo convirtió en presidente de Paraguay.

Esta nación suramericana es una de las que más ha sufrido en el continente, de tal modo que durante la dictadura de Stroessner casi la mitad de los paraguayos tuvieron que marcharse del país y no por razones económicas o a causa del cambio climático, con sus secuelas de inundaciones y sequías, entre otros desastres. 

Y antes de proseguir con los temas relacionados con Cartes y “Marito”, es bueno conocer que Paraguay es el país más conservador del Cono Sur que se ha manifestado en la dificultad de abordar legislación y políticas públicas sobre igualdad y no discriminación. 

Por ejemplo, no se cuenta con una ley contra formas de discriminación, no se ha logrado establecer una política pública de educación de la sexualidad, pese a las altas tasas de embarazos en niñas y adolescentes y a las alarmantes cifras de abuso sexual en niñas y niños. 

Asimismo, Paraguay tiene una de las legislaciones más restrictivas con relación al aborto, estando despenalizado solo en casos de peligro de vida de la mujer.

Históricamente, la Iglesia Católica ha sido un actor no sólo religioso sino también político, siendo a su vez una de las instituciones más creíbles para la población paraguaya. Esta influencia la utiliza para obstaculizar la adopción de políticas públicas para la igualdad de género.
 
Así, en el 2014 se ha opuesto a las leyes contra toda forma de discriminación, la violencia hacia las mujeres y la protección a los seres trans. El poder de la iglesia ha logrado además una gran influencia en los actores políticos, quienes buscan en esta institución la legitimidad que han perdido por sus acciones.

En cuanto a la sanción estadounidense a Cartes, anunciada por el secretario de Estado Anthony Blinken, incluyó, como indicamos, a tres hijos del exmandatario: Juan Pablo Carles Montaña, Sofía Carles Montaña y María Sol Carles Montaña, y se justifica por “actos de corrupción significativa” durante su mandato del 2013 al 2018. La decisión se limita a declararlos inelegibles para ingresar al territorio norteamericano.

Durante su mandato, Cartes utilizó la presidencia para obstruir una investigación del crimen transnacional que involucraba a varios de sus socios, en una maniobra diseñada para mitigar el riesgo político y legal.

Esto le permitió seguir participando en actividades corruptas, incluyendo sus lazos con organizaciones terroristas y otras entidades sancionadas por EE. UU., que aún no confirmó ni desmintió la posibilidad de una investigación por la justicia de su país.

Pero mientras Cartes era acertadamente señalado por las autoridades norteamericanas, éstas felicitaron a “Marito” por haber advertido del “peligro” que representaba un avión iraní que visita la región y que tendría posiblemente vínculos con el gobierno venezolano.

Abdo, quien calificó a Cartes como un cáncer, se frota las manos ante la posible asunción del partido oficialista y sacar de la posible candidatura presidencial al hoy aparentemente caído en desgracia.

Y digo aparentemente, porque, aunque hay pruebas documentadas para enjuiciarlo y llevarlo a prisión, nada se hace en firme, a pesar también de la demostrada complicidad de entes judiciales y del actual gobierno.

Sarah Cartes, la hermana del líder del movimiento Honor Colorado, adquirió la totalidad del Grupo Nación de Comunicaciones, convirtiendo a su hermano en propietario de este grupo de medios, quien al mismo tiempo siguió controlando el negocio de los combustibles, se convirtió en dueño de la banca, hoteles y restaurantes, teniendo bajo su mando el control de la Fiscalía y entes judiciales.

Y aunque hoy algunos de sus protegidos están en apuros, nadie cree que pagarán sus culpas.

“MARITO”, EL PREFERIDO

Mario Abdo Benítez pasó de ser el hijo de uno de los hombres más poderosos de la última dictadura paraguaya a formar un pequeño movimiento político con el que fue ganando protagonismo hasta convertirse en el presidente del país.

Y Marito, el preferido del Imperio, no está nada limpio, aunque no tiene causa alguna por la protección a narcotraficantes que han aumentado las remesas de cocaína a Europa, donde se indicó la llegada de cinco toneladas del producto a Bélgica.

Durante la anterior campaña presidencial, “Marito” se declaró “pro-vida y pro-familia” manifestando que “se le iba a terminar la tinta vetando proyectos que atentaran contra la familia”. En ese mismo contexto, el entonces Ministro de Educación y Ciencias y pre-candidato a la senaduría por el mismo partido de Abdo, Enrique Riera, emitió una resolución prohibiendo la aplicación de la teoría de género en la educación, profundizando aún más la deuda de la educación con la igualdad de género.

Cuando era adolescente, “Marito” dejó su vida acomodada en Paraguay. Un golpe derrocó al régimen en 1989 y su padre, secretario privado de Stroessner, acabó encarcelado por un par de años, acusado de enriquecimiento ilícito. El domingo 24 recordó a su padre en un discurso.

El exsenador de 46 años terminó la secundaria en Estados Unidos, donde se reunió con uno de los nietos del dictador con el que años más tarde fundó en Paraguay el movimiento político “Paz y Progreso”.

Desde allí fue ganando espacios hasta convertirse en líder de la disidencia colorada durante la crisis política que se desató en reacción al proyecto de reelección del presidente Cartes en el 2017 y que terminó con parte del edificio del Congreso incendiado.

En su ascenso capitalizó el descontento del partido hacia Cartes por su impronta empresarial que privilegió la designación de funcionarios de perfil técnico en detrimento de referentes colorados, así como de grandes obras de infraestructura en vez de planes sociales.

Accionista en dos empresas vinculadas a la construcción, Abdo se declara defensor de la familia tradicional y enemigo del aborto aún en situaciones límite como los casos frecuentes de niñas madres que han puesto a Paraguay en el foco internacional los últimos años.

Y en el curso de su mandato, este hombre que trata de aparecer como impoluto se ha convertido en el eje del narcotráfico en Paraguay, debilitando totalmente su control, si es que alguna vez existió alguno.

Al efecto, empresarios ofrecieron al presidente la solución para la compra de escáneres y fueron ignorados, con lo cual los narcos mantienen la vía libre para exportar y los productos legales paraguayos pagan las consecuencias al ser contaminados con cocaína.

Esta falta de control golpea a la industria y ensucia aún más la imagen país al enviar los narcos cientos de kilos de droga desde Paraguay al resto del mundo. Dos diputados oficialistas Juan Carlos Osorio y Ever Noguera están implicados en el esquema, donde ahora aparece también el pastor José Insfran, supuestamente prófugo, allegado al vicepresidente Hugo Velázquez, quien ingresó al país sin ser molestado por nadie.

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