¿Cómo Estados Unidos robó la victoria de Cuba contra España?

Los días 19 y 20 de junio de 1898 el lugarteniente general del Ejército Libertador, Calixto García Íñiguez, conferenció, en presencia de parte de su Estado Mayor, con el mayor general William R. Shafter y el almirante William T. Sampson en El Aserradero, 30 kilómetros al oeste de la ciudad de Santiago de Cuba. Allí se trazó el plan bipartito para arrebatarle a las fuerzas españolas esa importante ciudad.

Sin embargo, treinta años después de iniciadas las conflagraciones cubanas por la independencia, Estados Unidos se hizo dueño del triunfo contra España con cierta facilidad. ¿Por qué? 

Para exponer algunos aspectos sobre el controversial tema, Cuba Sí recurrió al máster en Ciencias Históricas Luis Fidel Acosta Machado, profesor de la Universidad de La Habana que ha centrado sus investigaciones en las guerras independentistas. 
 
¿Cuáles fueron los antecedentes de las negociaciones entre García y el mando norteamericano?

En todo este asunto jugó un papel fundamental el delegado plenipotenciario del Consejo de Gobierno en Estados Unidos, Tomás Estrada Palma. Es harto conocido que traicionó, en gran medida, la postura seguida por José Martí y el Partido Revolucionario Cubano (PRC). Tras la muerte del Apóstol fue electo delegado del PRC, cargo que volvió vitalicio. Tomó el mando de la emigración y se alejó de los sectores populares. Se aproximó, cada vez más, a su propio grupo social: grandes y medianos propietarios que estaban, sobre todo, en Nueva York y en el famoso Club de París, en Francia. 

Comenzó a acercarse al gobierno norteamericano en busca de una intervención en la guerra. Entró en acuerdos con propietarios de dinero, tierras e ingenios como Tomás Terry, la familia Abreu, Emilio Bacardí y, sin dejar de apoyar la independencia, no quiso una transformación radical al estilo martiano. Sencillamente pretendía sacar a España de Cuba, pero manteniendo privilegios y posiciones.  

Durante la contienda pidió al Consejo de Gobierno que se respetaran las propiedades de estos burgueses, a cambio de entrega de dinero, con los que financió expediciones ─eso no se puede negar: la emigración en este caso sí jugó un papel fundamental en el envío de pertrechos─. De modo que el Consejo de Gobierno solicitó reiteradas veces a oficiales como Máximo Gómez, Antonio Maceo y otros que se respetasen estas propiedades. 

 
Foto tomada del perfil de Facebook del entrevistado. Acosta Machado, profesor de la Facultad de Filosofía, Historia y Sociología de la Universidad de La Habana, es un investigador de las guerras por la independencia de Cuba.

También hizo lobby con legisladores estadounidenses 

Efectivamente. Se conoce que prometió a diferentes congresistas la entrega de bonos pagaderos a costa del tesoro de la futura república. De ahí que hubiera congresistas interesados en que Cuba fuese independiente, al menos en cierto sentido, para poder cobrar lo prometido.

A ello se sumó el proceso de expansión estadounidense. Se unieron el hambre y las ganas de comer. Estados Unidos estaba en fase de expansión imperialista. Necesita expandirse sobre el Caribe y Centroamérica.    
En tal escenario, Estrada Palma sería la figura que manejaría los hilos ─según el historiador Rolando Rodríguez en su libro Cuba, la forja de una nación III─ del proceso negociador. Sería quien informaría ─o desinformaría─ al campo mambí de los acontecimientos. 

¿Cómo asumieron las fuerzas libertadoras la entrada de Estados Unidos en la contienda?

La declaración de guerra y la Resolución Conjunta sorprendieron a los mandos cubanos. Fue un hecho consumado. No es que se realizaron conversaciones ni negociaciones ni nada. Más allá de Estrada Palma, el Consejo de Gobierno estaba muy atrás de lo que sucedía. 

Hay que sumar algo: en ese momento no existían las suspicacias respecto a Estados Unidos. Habían muerto Martí y Maceo. Aunque Gómez tenía recelos con los norteamericanos, en ese aspecto realmente era una figura aislada en medio de la manigua. No había un líder preclaro y sí una inclinación, en cierta medida favorable, a la intervención, pues mientras Estados Unidos declaraba con la Resolución Conjunta estar abiertamente a favor de la independencia, parte del mambisado vio en la intervención una acelerada derrota para España. 
 

#Cuba #Historia 21 de abril de 1898: Estados Unidos declara formalmente la guerra a España https://t.co/QuIkfCy4Tx

— Partido Comunista de Cuba (@PartidoPCC) April 21, 2021

Y el Consejo de Gobierno, según Rolando Rodríguez, asumió una postura pasiva. En vez de pedir más informaciones, intentar investigar en torno a lo peligroso del hecho, no hizo nada. Sencillamente dirigió órdenes a los militares de apoyar a los norteamericanos. 

¿Cuál era para entonces la situación bélica?

En Occidente, hasta aproximadamente Matanzas y un pedacito inicial de Las Villas, ya no se combatía con intensidad. Se combatía de Las Villas hacia atrás. El Centro estaba ocupado por Gómez, quien tenía su campamento en La Reforma, Sancti Spíritus. Camagüey y Oriente estaban prácticamente en manos de los insurrectos, excepto las ciudades. 

Al negociar los norteamericanos con García, estos propusieron desembarcar por Oriente (Daiquirí), algo a lo que se opuso Gómez, quien hubiera preferido otra zona, ya que Oriente, menos las plazas fuertes, era dominado por la insurgencia.  

Mientras Gómez le pedía a García que enviara un contingente hacia Occidente para revertir allí el estancamiento de la guerra y entrar a La Habana cuanto antes, el mando militar norteamericano le solicitó fuerzas al general holguinero para ayudar en su desembarco. García, sin saber a quién obedecer, pidió instrucciones al secretario de Guerra del Consejo de Gobierno, quien priorizó a los norteamericanos. 

 
Imagen tomada de Trabajadores. Los hombres bajo el mando del mayor general Calixto García tuvieron un desempeño fundamental en las acciones que culminaron con la toma de Santiago de Cuba. 

¿Cuál fue el rol de cubanos y norteamericanos en la derrota de España?

Luego del desembarco, los combates de El Caney y San Juan constituyeron un desastre para los norteamericanos y fueron los cubanos quienes en la práctica tomaron estos lugares. 
La célebre carta protesta de García a William Shafter fue una epístola en la que el general mambí limpió la honra del Ejército Libertador y la suya propia, pues después de haber apoyado a los yanquis fue impedido de entrar triunfante a Santiago de Cuba.

Sin embargo, como se conoce, fueron los mambises quienes prácticamente ganaron la guerra, excepto la batalla naval de Santiago de Cuba, que resultó un paseo para los norteamericanos. Los grandes combates terrestres los decidieron las fuerzas antillanas. 

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