XXVIII Cumbre Iberoamericana: un paso más de la aspiración a la acción

Tanta y merecida atención concentraban las elecciones generales, en ese momento a punto de realizarse en Cuba, que de la XXVIII Cumbre Iberoamericana acontecida en Santo Domingo los días 24 y 25 últimos, quedaron en el tintero temas por subrayar.

Sucede que además de constituir un paso más en el camino de una comunidad de países cada vez más decidida a la solución de sus problemas comunes y también más robustecida en el diálogo y en sus identidades, esta cita internacional puso énfasis en temas que hasta ahora no habían ocupado espacios tan relevantes.

Es el caso de la ciencia y la tecnología entendida desde la solidaridad y la cooperación inclusiva. No por gusto La Declaración de Santo Domingo incluye el saludo de la comunidad iberoamericana a la iniciativa de Cuba de convocar una Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los 134 países miembros del Grupo de los 77+China (G77) bajo el tema: “Retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación”, que tendrá por sede La Habana, a mediados de venidero septiembre.

A estas alturas del desarrollo alcanzado por la humanidad, precisamente la ciencia, la tecnología y la innovación son presencia ineludible, fibras que transversalmente se integran a la vida toda en el paneta.

Desde esa certeza el Presidente Díaz-Canel  comentaba a los presentes en la Cumbre cuánto podrían reducirse las inequidades, la inseguridad alimentaria y muchas otras carencias si se respaldara la Agenda 2030 también con la creación de capacidades y la transferencia de tecnologías.

Claro está, junto a lo anterior, el mandatario no olvidó apuntar también la necesidad de acciones concretas referidas al acceso a mercados y también al financiamiento en condiciones justas y preferenciales.

Porque el diálogo, la solidaridad y la cooperación fueron puntales subrayados en esta cita de marzo, de la que emanó una carta medioambiental iberoamericana, otra sobre principios y derechos digitales, el marco para diseñar una nueva arquitectura financiera , así como una ruta conducente a la seguridad alimentaria inclusive y sostenible.

Y esta comunidad de países que se consolida cada vez más, guiada precisamente ese sentimiento de unidad y justicia alzó la voz alto y claro para rechazar las medidas coercitivas unilaterales violatorias del derecho internacional y la Carta de Naciones Unidas “que obstaculizan la capacidad de los Estados para hacer frente a sus necesidades y prioridades en materia de desarrollo”.

Así queda contenido en la Declaración final, a la vez que un comunicado especial emitido por los jefes de Estado y de Gobierno de los países iberoamericanos igual condena la aplicación de la Ley Helms-Burton, el recrudecimiento del bloqueo y la persecución financiera contra Cuba.

En el comunicado hacen también un llamado al gobierno de EE.UU. a cumplir con las 30 resoluciones de la Asamblea General de la ONU que piden cesar esa política, a la vez que se pronuncia contra la injustificada inclusión de Cuba en la unilateral lista de países patrocinadores del terrorismo.

Foto: @CumbreIberoA

El mandatario cubano resumía la importancia de la reunión al dirigirse a los representantes de los 22 países : “Esta Cumbre ofrece una oportunidad para traducir en acciones concretas la aspiración de avanzar hacia una región más justa, solidaria y sostenible. El camino hacia ese noble propósito pasa, indiscutiblemente, por cambiar el actual orden internacional injusto, irracional y excluyente”.