«Vi escapar el bronce, pero estoy feliz», dice Arlenis Sierra

«Estoy bien contenta, soñé con el top ten y hasta vi el bronce, pero las fuerzas no me alcanzaron, por eso mi gran alegría con este quinto lugar», manifestó la cubana Arlenis Sierra cuando las emociones se calmaron y pudo rememorar a JIT la carrera élite para damas del Campeonato Mundial de Ciclismo de Ruta.

La manzanillera rodó entre la veintena de pedalistas que este sábado, en Bélgica, disputó el sensacional sprint que inició la italiana Elisa Balsamo, a la postre quien sentenció sobre la meta a la excepcional neerlandesa Marianne Vos luego de 157.7 kilómetros de incesante pedalear, devorados en 3 horas, 52 minutos y 27 segundos.   

Las más cercanas se “fajaron” detrás por el metal de bronce, como si en aquel intento se jugaran la vida. A Sierra, quien por momentos parecía que sí, que subiría al podio, en dos pedalazos le pasaron la polaca Katarzyna Niewiadoma y la húngara Blanka Vas Kata. Sin embargo, está feliz.

«Ante todo mejoré mi más destacada actuación en un mundial, el lugar 12 en 2019, y me hace seguir soñando que en el próximo las cosas pueden salir mejor, aunque es muy difícil correr sin un equipo, al tanto de todo sola. Eso desgasta», apuntó.

Relató que la carrera comenzó bastante fuerte y luego del tramo en línea, cuando entraban al primero de los dos circuitos incluidos en el recorrido, se le zafó la cadena en la cuarta loma.

«Paré a colocarla y caí en stress, se me fue el grupo y para alcanzarlo tuve que dar bien duro, con un equipo esos malos momentos en los que te juegas todo pueden resolverse más rápido y le llegas al pelotón con menos esfuerzo. Vamos a esperar qué sucederá en los próximos mundiales y que sea mejor mi desempeño», relató.

Otro pasaje difícil de la agotadora prueba ocurrió faltando unos cinco kilómetros para la meta, cuando el “bulto” de 22 corredoras se aprestaba al zarpazo final.

«Me dije: en este pelotón tengo que hacer lo posible y lo imposible por entrar entre las diez primeras. Sabía que no sería fácil, son corredoras muy fuertes y estaban todas las escuadras de calidad y yo intentando mantener aquella ubicación de privilegio cuando ya sobrepasábamos las tres horas y media de competencia.

»Había visto el trazado de la carrera, decían que era para rematadoras, pero no era así. Cuando entramos al segundo circuito y final, al parecer en la primera vuelta me había desgastado mucho para alcanzar al pelotón, y pasé un poco de trabajo en la última subida, pero finalmente pude alcanzar a las punteras», detalló.

Recordó que se situó lo más delante posible para entrarle a las elevaciones con menos dificultad. La primera subida la hizo muy bien, también la segunda. En la última escalada empezaron a atacar, Arlenis le dio duro e incluso llegó a separarse.

«Me quedé sola, luego llegó una americana y me metí a rueda de ella, pero Marianne Vos con otra holandesa, una italiana y una alemana se zafaron y nadie le daba para atraparlas y nos alcanzó un grupo.

»Intenté saltar para buscarlas, lo hice y las pegué, entonces fue que las de atrás le dieron y nos alcanzaron. Faltaban menos de cuatro kilómetros. Realmente me la jugué, pero si nos escapamos el sprint hubiera sido menos complicado. Mas no se dio. Lo otro se sabe, enrumbamos todas en busca de la meta», expresó entre lamento y comprensión.

Arlenis no vacila al asentir que esta carrera resultó «muchísimo más fuerte que la ruta de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Aquel día no comí lo suficiente y al final llegué vacía. Es muy importante, diría que vital, saberse alimentar en este tipo de competencia que requiere tanta energía».

Cuando le pedimos su opinión sobre la posibilidad de que otras cubanas también se inserten en clubes europeos señaló: «Es duro estar acá, no obstante la realidad es que el nivel en este continente es muy superior al de Latinoamérica, pero si yo lo he logrado por qué otras compatriotas no... Pienso que sí, aunque depende de la persona y ante todo que no puede tener miedo a nada».

En un nuevo ciclo acortado por la celebración de la cita olímpica de Tokio 2020 un año después por la covid-19, y previstos los Juegos Centroamericanos y del Caribe, y los Panamericanos para el mismo 2023, Arlenis considera que «aunque falta todavía un año y medio creo que hay que hacer una buena preparación».

Ahora la manzanillera vuelve a Italia con su club A. R. Monex para correr en octubre sus dos últimas carreras de esta temporada y retornar a la Isla con la esperanza de que 2022 le depare mayores triunfos para el disfrute de su pueblo y sus seguidores en cualquier rincón del mundo.