Vamos, mi pueblo, una canción que llegó a tiempo (+ VIDEO)
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Esta fue su foto de portada durante varios días. Poco antes leí en el Facebook de Raúl Torres que se iba a Matanzas a curarse del dengue. Pero cuando llegué a nuestra ciudad lo encontré subiendo por Contreras, caminando, rumbo a cualquier sitio donde pudiera echar una mano. Ahora ella entera dolía más que su propio cuerpo convaleciente aún.
Raulito no nació en Matanzas, pero allí echó raíces y canciones profundas. Llegó siendo apenas un bebé y no se ha ido nunca. Así que no podía permanecer en cama mientras el fuego amenazaba el terruño de sus amores, sin ser supersticioso, sabía que la casualidad no existe: «Poco después de llegar aquí sobrevino la tragedia. Me sentí muy triste como matancero y comprendí que mi lugar era al lado de mi pueblo. Parece que hay un mecanismo en el cuerpo que nos hace levantarnos en momentos difíciles, y se me olvidó que tuve dengue».
Nunca pensó —así lo confesó en su muro de Faceboook— «ver un pedazo de nuestra yumurina patria ser devorado con tanta perversidad por un incendio... nunca imaginamos ver perderse jóvenes hermanos en tan atroz desastre...». Justamente allá, en la costa donde solía ir a pescar con su padre y hermanos, ardían los gigantescos tanques que lo impresionaron de niño.
La tarde en que nos sentamos a conversar en el Parque de la Libertad ya había entregado al Gobierno de la ciudad, en nombre del proyecto «A Cuba hay que quererla», una donación de fármacos e insumos médicos, y ya circulaba en las redes un canto que parecía hecho para alentar y abrazar en estos días duros: Vamos, mi pueblo.
«Esta canción no surgió ahora y es increíble cómo ha tomado vigencia, se ha recontextualizado. Eso me ha pasado ya con varios temas. En este caso, la escribí hace alrededor de cinco meses, en un momento en que sabíamos que la economía estaba resintiéndose. Es una especie de fábula. Jamás pensé que iba a coincidir tanto con este momento de tristeza, con ese fuego, porque el tema habla de un incendio en el bosque. Jamás pensé que pudiera coincidir la lírica de la canción con los hechos reales que sucedieron después», me cuenta.
Vamos, mi pueblo se estrenó en Argentina y fue muy bien acogida por el público allí. De hecho, quedó un arreglo junto a Fede Toledo para empezar a montarla e incluirla en un disco que dejaron pendiente ambos cantautores.
En medio de tanto, una certeza acompaña y alivia a este matancero: «no estamos solos, es verdad que Cuba entera se une en estos momentos difíciles y tenemos que estar orgullosos de eso».
«Vamos, mi pueblo, mi linda gente,
nunca te he visto bajar la frente.
La noche ha sido larga y adolorida,
pero la aurora está prometida.
Venga, mi patria, mi digna tierra,
si hemos librado peores guerras;
que la esperanza está distraída
y se hará la luz a nuestra medida».
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