En un contexto tranquilo, jovial, casi familiar, el intérprete, compositor y trovador cubano, Tony Ávila, realizó el segundo concierto oficial de su más reciente disco UniverS.O.S, esta vez en el edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes, en la Habana Vieja, a donde acudió un público respetuoso que se dejó guiar por el anfitrión y disfrutó de un espectáculo movido, emotivo, y, al mismo tiempo, íntimo y de reflexión.

El encuentro estuvo dedicado a los 50 años del Movimiento de la Nueva Trova, a las tres décadas de la casa discográfica Bis Music, a los 110 años del Museo que le abrió sus puertas para la presentación, y de manera especial al reconocido musicólogo Jesús Gómez Cairo, recientemente fallecido, a quien Tony decidió “recordar con música y no con silencio”.

Como nos tiene acostumbrados Tony, la cita estuvo muy animada, cargada de lenguaje selecto, muchas veces con picardía y doble sentido, otras con juego de palabras y sátira, y una vis cómica, sobre todo en momentos álgidos. Cantó al amor, al desamor y a la cotidianidad cubana. UniverS.O.S es un reflejo de la sociedad, un retrato social y actualizado; recrea con excelencia las dificultades que atravesamos los cubanos. Alude cuestiones como la migración, la necesidad de independencia y soberanía, así como la diversidad de criterio, visiones y circunstancias, y lo hace con tal maestría que estimula el pensamiento. La economía también fue un asunto recurrente, pero a la vez la selección temática fue equilibrada con refuerzo en la cuerda romántica, al compás de géneros habituales en su repertorio como el son, la guaracha y la rumba, siempre con sonidos muy cubanos de claves, maracas y guayo.

El show, para nada rígido, fue al aire libre en el patio interior del Museo, ambientado con luces de colores que cambiaban de tono, forma y ritmo mientras recorrían las paredes de la instalación. Sus seguidores se encontraban por todo el recinto, algunos de pie, la mayoría sentados en sillas y el césped, lo seguían con la vista, con las manos y con sus propios versos; respondían sus preguntas, reían con sus chistes. Fueron casi dos horas de completa enajenación de la realidad y el calor de afuera.

Todo el tiempo el trovador interactuó con el público, llamó a tararear y a divertirse con la rima improvisada. Una ocasión importante fue cuando, de manera espontánea, invitó a su colega Pablo Menéndez, director del grupo Mezcla, a subir a las tablas para tocar la filarmónica en la 12^ma canción del álbum No te quepa duda, un canto a la vida, a aprovechar cada instante con intensidad. A Pablo le mostró su aprecio por la confianza, generosidad y humildad que le concedió al inicio de su carrera.

Fotografía tomada de la página en Facebook del Museo Nacional de la Música.

En el preludio del número Más amor y menos muros, el cantautor mencionó que UniverS.O.S tuvo su origen durante la pandemia de la Covid-19, y por tanto pidió un aplauso para quienes no están, y rememoró a la comunidad científica por sus esfuerzos por salvarnos, sobre todo a quienes intervinieron en el proceso de creación de las vacunas.

UniverS.O.S es una propuesta fonográfica mucho más que un simple CD, reúne música, literatura y artes plásticas. Al respecto comentó que el encargado de la visualidad del disco y del escenario fue Adrián Gómez Sancho, de quien resaltó su laboriosidad y virtuosismo al concebir, además, gran cantidad de creaciones para acompañar la producción y exponerlas al unísono. Asimismo, Tony aseguró que “se trata de un proyecto cultural que incluye cancioneros de Ediciones Vigía, una editorial reconocida por concebir sus libros a mano como verdaderas obras de arte, con tiradas cortas, pero de una calidad superior”.

Por cuarta ocasión Bis Music se encargó de la producción discográfica. UniverS.O.S nos confirma a un Tony Ávila con total dominio de la composición y la interpretación. Desde la selección de ritmos, las letras, todo hace que esta entrega posea su sello distintivo, acompañado de un discurso inteligente. Para Tony la canción es herramienta útil para el desahogo, de la crítica no solo social sino humana, y es lo que esperan sus admiradores: crónica mezclada con sentimiento y armonía.

Justo antes de que terminara el concierto Tony presentó a quienes le acompañaron: a los músicos de su grupo, a los invitados, a los encargados del sonido, y a cada una de las personas involucradas en escena y detrás de ella. También agradeció a los medios, a los amigos, a la familia, a la disquera, a la Fundación Nicolás Guillén, a todos los involucrados en el proyecto, y, principalmente, al público, que ovacionó de manera cerrada el último tema que regaló, a petición, y que constituye casi un hito en su carrera desde hace más de 10 años Mi casa.cu, del CD …en tierra.