Un premio al fango
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Imagen ilustrativa creada por I.A
Desde que el mundo es mundo, los premios se confieren para reconocer a un quehacer, a una persona, a una obra, y, de paso, la invisten como ejemplo a imitar, como un referente.
¿Qué debe ser imitado o tomado como referente de las canciones de Benito Martínez Ocasio, conocido como Bad Bunny?
Esa pregunta habría que hacerla a los premios Video Music Awards y también a los Premios Juventud 2024, porque el puertorriqueño se hizo merecedor de ambos en este julio –del último, fue “Artista Premios Juventud Masculino”.
Y no son los únicos reconocimientos que ha obtenido.
Pero al escuchar sus discos, leer con detenimiento las letras de sus canciones, se busca dónde está el mérito, dónde el arte, la poesía, la originalidad… y no aparecen. Nada.
En su lugar sí se hacen evidentes, saltan a la cara, toneladas de vulgaridad, de machismo, de violencia, de un lenguaje hecho añicos donde solo afloran lo soez, los antivalores, una degradación de lo humano hasta hacerse fango.
Pero lo premian y lo aplauden; cantan y bailan con sus canciones. Quiénes: no pocos, ¿Por qué lo hacen?
Responder a esa última pregunta llevaría todo un ensayo sociológico o una sola frase de Mafalda. Pero el supuesto éxito de esa música, de sus mensajes, mucho parece relacionarse con afinidades en los modos de asumir la vida, de entender el amor, el sexo, la riqueza, el éxito y hasta la perversidad. Todo ello condicionado a su vez por contextos sociales, familiares y grupales, entre otras muchas razones que también incluyen motivaciones de las disqueras, intereses económicos y también ideológicos.
¿Esos premios que recibió fueron para promover su música o lo que simboliza? De tratarse de esto último, entonces lo que se está aupando es el linchamiento más flagrante a la cultura, a la civilidad y la ética.
No es una deducción, el propio Conejo Malo lo ratifica explícitamente con sus letras –de las que fue difícil escoger fragmentos publicables:
Te escupo la boca, te jalo el pelo
Te doy con el bicho y con el lelo
En el jet privado, un polvo en el cielo
Hoy quiero una p…, una modelo, ey, ah
Mami, chapéame, no me molesta, je
Que después yo te voy a romper con el néctar
(…)
Mi nombre es Benito, un gusto, un placer
Hoy c……te con una leyenda que no va a volver a nacer.
Sería bueno creerse tal aviso, pero para eso hace falta que “leyendas” como esta no reciban el abono de ciertos premios.
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