El presidente de EE.UU. defiende a Kyle Rittenhouse, el joven que mató a dos manifestantes durante protestas contra la violencia policial en Kenosha, en Wisconsin.

“Ustedes vieron el mismo vídeo que yo. Él estaba tratando de escaparse de ellos (los manifestantes), supongo, y se cayó y lo atacaron muy violentamente, y es algo que estamos examinando, que está bajo investigación”, dijo el lunes Donald Trump en una rueda de prensa en la Casa Blanca.

De esta forma, el presidente republicano justificó a los grupos de derecha y se negó a condenar al joven acusado, quien el pasado 25 de agosto se presentó armado en una protesta en Kenosha y mató a dos civiles, además de dejar herido a un tercero.

Los comentarios de Trump se producen en vísperas de su visita a la ciudad de Kenosha, escenario de protestas diarias desde el pasado 23 de agosto, cuando un policía blanco disparó siete veces por la espalda a un hombre de color, identificado como Jacob Blake, que quedó paralizado de la cintura para abajo.

Al respecto, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, dio a conocer que el mandatario no piensa reunirse con la familia del afrodescendiente, cuyo caso provocó las protestas en esa ciudad.

El objetivo de su viaje es reiterar su mensaje de que las fuerzas de seguridad están sitiadas en ciudades lideradas por los demócratas, poniendo en peligro lo que él llama el “sueño americano”.

En las últimas semanas y tras el brutal asesinato, el 25 de mayo, del afrodescendiente George Floyd a manos de un agente blanco, la mayoría de las ciudades estadounidenses se han convertido en escenario de protestas contra el racismo y la violencia policial.

Ante tal situación, el presidente de EE.UU. reprocha severamente a los participantes en las manifestaciones; el viernes Trump tildó al alcalde de Portland de “incompetente” y prometió intervenir en esta ciudad, si las autoridades locales no ponían fin a las protestas violentas.