Sudáfrica pide a CIJ detener a Israel y evitar asalto a Rafah
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El embajador sudafricano en La Haya, Vusimuzi Madonsela, denunció este jueves que el genocidio israelí continúa en la Franja de Gaza y se incrementó luego de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) le impuso al Estado sionista medidas provisionales para evitar crímenes de guerra, con lo cual violó dichas medidas y numerosas convenciones internacionales.
Durante la vista de la CIJ para escuchar los argumentos de Sudáfrica sobre el agravamiento de la situación humanitaria en Gaza, el diplomático solicitó a la Corte impedir un asalto terrestre a Rafah, donde viven hacinados más de 1.3 millones de palestinos, en su mayoría desplazados de otras gobernaciones que huyen de los bombardeos y la aniquilación sistemática.
Solicitó que la CIJ adopte todas las medidas efectivas para permitir el acceso a Gaza, sin obstáculos, de los trabajadores humanitarios, investigadores y periodistas. Asimismo, que se pida a Tel Aviv que rinda cuenta sobre sus esfuerzos para cumplir las dos primeras órdenes.
Recordó que las fuerzas de ocupación asesinaron a más de 35.000 palestinos y dejaron más de 79.000 heridoS. Aseguró que actúan con impunidad y sienten que no han de rendir cuenta, aupadas por un discurso del liderazgo político, militar y religioso que descalifica a los árabes y promueve su exterminio, el borrado de sus raíces, su desarraigo y la colonización del territorio gazatí.
Madonsela puntualizó que hay otra Nakba en curso, una continuación de la perpetrada en 1948, cuando milicias sionistas armadas mataron a decenas de miles de palestinos, desplazaron forzosamente a unos 750.000 y ocuparon más del 70 por ciento de la Palestina histórica.
Defendió que acude nuevamente a la CIJ para preservar los derechos del pueblo palestino a la autodeterminación y al regreso a sus hogares. Alertó que, de no actuarse ahora, se avizora el advenimiento de una etapa más horrorosa, cuando la entidad sionista perpetre nuevos asesinatos, ejecuciones, asaltos a hospitales y bombardeos, entre otros, y acuda al derecho internacional para legitimar y silenciar esos crímenes.
Rafah, último paso en la aniquilación de palestinos en Gaza
El segundo representante de Sudáfrica, professor Vaughan Lowe, aseguró que este genocidio responde a un plan premeditado en que la ofensiva contra Rafah implica el último paso en la destrucción de Gaza y del pueblo palestino.
Refutó que Israel esté actuando en defensa propia. Dijo que ello no le da derecho a una violencia ilimitada, no puede justificar un genocidio y no se aplica a un territorio ocupado, según leyes internacionales.
A su turno, el profesor John Dugard que durante su operación en Rafah la entidad sionista tomó el control de cruces fronterizos críticos e impide la llegada de ayuda humanitaria, suministros médicos y combustibles.
Aseguró que con ello la potencia ocupante viola el derecho humanitario y asesta un golpe final a la sufrida población palestina en Gaza, tras meses de bombardeos, privación de alimentos y desplazamientos.
Israel irrespeta las medidas de la CIJ
Al presentar sus argumentos sobre el agravamiento de la situación para los gazatíes, el profesor Max du Plessis, sostuvo que "en lugar de cumplir con las decisiones de este tribunal de enero, febrero y marzo, Israel ha desafiado a este tribunal atrapando, asediando y bombardeando una Rafah superpoblada, exacerbando la seguridad de 1.5 millones de palestinos altamente vulnerables".
Recordó que los ocupantes mintieron al difundir que este lugar sería seguro y ordenó a los palestinos evacuar hacia allí para luego bombardearlos a gran escala.
Valoró que ello denota un clara intención genocida, agravada por el hecho de que la potencia ocupante aisló a esa población civil concentrada en Rafah de la ayuda internacional y la expuso a la hambruna.
Pidió a la CIJ que proteja de un baño de sangre a una población extenuada y que ha presenciado una sistemática destrucción de sus viviendas, hospitales, escuelas, bibliotecas, refugios y sitios de culto.
Cada hora mueren dos madres y cuatro niños
Esta idea fue retomada por la jurista Adila Hassim, quien recordó que el 60 por ciento de los civiles asesinados son niños y mujeres.
Precisó que Israel masacró al menos a 11.500 gazatíes desde que compareció ante la CIJ en enero pasado, a pesar de las órdenes vinculantes de la Corte. Cada hora mueren dos madres y cuatro niños, dijo.
Añadió que el asedio militar a instalaciones médicas grandes y el estrangulamiento de la ayuda humanitaria provocó el colapso del sistema sanitario y privó de atención médica a los civiles, entre ellos recién nacidos, embarazadas, pacientes con enfermedades crónicas y heridos que no han podido ser transferidos al exterior porque Israel controla los planes fronterizos.
Recordó que los ocupantes mataron a pacientes, médicos, inspectores sanitarios y otros civiles. A modo de ejemplo, citó que en fechas recientes se hallaron fosas comunes con 520 cadáveres en el recinto del hospital Al-Shifa, algunos maniatados, desnudos o con disparos de gracia.
Insistió en que no solo se ataca a Rafah, sino también otras áreas de Gaza, con lo cual se deja a los desplazados sin lugares seguros adonde escapar.
Por la parte sudafricana también intervinieron el jurista Tembeka Ngcukaitobi y el abogado irlandés Blinne Ni Ghralaigh, quienes insistieron en que Israel comete actos genocidas y que su liderazgo continuó alimentando una narrativa violatoria de los DD.HH. de los palestinos pese a las decisiones de la CIJ.
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