Sub-23: Todavía hay tela por dónde cortar

Aunque el equipo de Villa Clara parecía llamado a conquistar su primera corona en Campeonatos Nacionales de béisbol sub-23, todavía no hay nada definido y queda mucha tela por dónde cortar.

El principal responsable: Santiago de Cuba, que no ha puesto las cosas nada fáciles y logró emparejar la final en sus predios del Guillermón Moncada.

En el juego inicial se impuso el pitcheo de los villaclareños del brazo de su mejor lanzador, Oscar Hernández, quien sorteó algún que otro momento malo y en definitiva se llevó el crédito en una faena más larga de lo acostumbrado.

Al día siguiente fue todo lo contrario, y el caballo de batalla de las Avispas, Wilber Reyna, firmó otra soberbia actuación y sumó su cuarta victoria de la postemporada, todo un cinchete para los pupilos de Eddy Cajigal.

Hasta ahora para los de la tierra caliente la tónica viene siendo muy similar a la de la semifinal contra Las Tunas, en la cual fueron dominados en el desafío inicial y batearon con soltura en el siguiente.

Pero bueno, ahora hay una notable diferencia, y es que no terminan la serie en su estadio, sino en al Augusto César Sandino.

En aquel momento fue muy importante para Santiago llevarse un triunfo como visitante, pero ahora es todo lo contrario, son los centrales los que lograron la faena y jugarán ante su público los últimos desafíos de este torneo.

Ya sin las principales cartas de cada rotación para los choques venideros, salvo que haya otra posposición, los entrenados por Julio César Álvarez salen como favoritos porque tienen mayor profundidad en su cuerpo de serpentineros, aunque en esta lid un pestañazo de cualquiera puede resultar muy caro.

Lo visto hasta el momento ratifica que el pitcheo está muy por encima del bateo, y esto lleva esperanza a los indómitos, que cuentan con más armas a la ofensiva.

No obstante, reitero que la mayor experiencia de varios hombres de la nómina villaclareña puede inclinar la balanza a su favor.

Lamentable ha sido ver tantos errores en los que se supone son los dos mejores equipos del certamen, algunos muy infantiles en el corrido de las bases y tiros innecesarios de los jardineros. Es cierto que se trata de peloteros que no tienen muchas horas de vuelo, pero ya en esa categoría no deben verse pifias de este tipo.

Para eso resulta vital resolver el principal problema que tuvo la Serie, y es precisamente su escasa duración. Estos jugadores necesitan mucha más acción, porque es en la práctica donde se adquieren los automatismos imprescindibles para rendir al máximo en este deporte.

Puede este ser un aspecto también importante a la hora de definir al campeón, porque cuando se batea tan poco se notan más los errores, y al final las carreras valen lo mismo, y un mal corrido de bases te puede costar un juego.

En fin, los cuerpos técnicos deben haber hecho hincapié en este fenómeno y ojalá en los encuentros restantes veamos mayor exactitud.