Solo para curiosos: ¿afrodisíacos?

Aunque ya pasó el 14 de febrero, nunca está de más hablar de amor y de afrodisíacos

El término afrodisíaco deriva del nombre de la diosa griega del amor, Afrodita, Venus, para los romanos, divinidad relacionada también con la fecundidad y la energía primaveral, nacida del mar después que Cronos castró a su padre y lanzó los genitales al agua. 

A través de la historia, muchas sustancias, comidas, bebidas, preparados medicinales. o comportamientos, han tenido la reputación de incentivar el deseo sexual y hacer que las relaciones sean más placenteras, aunque la ciencia médica occidental tiene muy pocas pruebas concluyentes de que alguna sustancia en general y alguna comida en particular aumente el interés o el rendimiento sexual.

Los que son ¿leyenda?

La lechuga era uno de los ingredientes más preciados para hacer pociones de amor en la antigüedad. Los egipcios usaban un tipo de lechuga silvestre, una prima más picante que las variedades modernas, como droga para la fertilidad y afrodisíaco. 

Hay algunos como el ginseng que, desde hace muchos años, es recomendado por la medicina tradicional china y otras culturas orientales, además de los huesos de tigre, o el pene de foca.

Ya en el Kamasutra, texto amoroso hindú, se indican muchas maneras para que el hombre incremente su vigor sexual con alimentos tales como la leche y la miel, que siempre han sido reconocidos como fuente de energía. 

Los árabes destacaban el valor de los perfumes, las fragancias y cosméticos para multiplicar el placer y para los sajones, las plantas con apariencia fálica como zanahorias y espárragos tenían propiedades afrodisiacas también. 

Hay algunos en la historia de los afrodisíacos que difícilmente alguien de estos tiempos se anime a probarlos, por ejemplo, el antiguo doctor romano Galeno creía que cualquier alimento que produjera flatulencia era un afrodisíaco. Fue una creencia que perduró hasta el siglo XVIII. 

Jugo de rana, literalmente, solía ser un afrodisíaco tradicional peruano. El escritor, científico, naturalista y militar latino del siglo I Plinio el Viejo, recomendaba "la orina de un hombre en la que se haya ahogado un lagarto". Si uno no tiene un lagarto, puede "usar como amuleto la sección derecha del pulmón de un buitre, envuelto en la piel de una grulla", facilito ¿verdad? 

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Entre el pequeño número de sustancias afrodisíacas que reconoce la ciencia moderna está la cantárida o "mosca española", formada por restos secos y triturados de abadejo, pero cuidado, es extremadamente peligroso utilizarla como excitante por su elevada toxicidad.

Médicos y psicólogos aseguran que la verdadera energía sexual está en la mente, pero si vamos a buscar ayuda, recomiendan que sea con lo que la naturaleza nos brinda.

Mejorar la salud sexual depende, en gran medida de una buena dieta. Los alimentos ricos en betacarotenos, como la zanahoria y ciertas frutas como el mango, favorecen el tono de los capilares venosos. Estos conductos surcan el pene, llenándose de sangre cuando se produce la erección. 

El hígado, así como las semillas de girasol y de calabaza se consideran afrodisíacos pues son fuentes de zinc, un mineral necesario en la producción de semen. La Soja y el Sésamo son buenos proveedores de lecitina, otra sustancia que tiene un efecto potenciador de la sexualidad masculina. Por sus efectos en la circulación sanguínea, la canela y el jenjibre también son muy valorados. 

La menta, de todos los afrodisíacos, es el que mejor efecto causa en las mujeres, actúa como un potente energizante. Otro bastante recomendado es la almendra y, en general, los frutos secos. 

Y en cuanto al chocolate hay toda una polémica: no falta quien diga que es puro mito, pero otros afirman que se trata de escoger la variante correcta: mientras más puro, mejor, porque la idea es aprovechar al máximo los efectos energizantes de la Fenitelamina que contiene el cacao. 

Animaría a mis lectores para que hagan el experimento en casa  aunque ya haya pasado el 14 de febrero, para sacar cada cual sus propias conclusiones, pero con el precio de los bombones... no sé, quizás sea mejor  volver a lo de "la sección derecha del pulmón de un buitre, envuelto en la piel de una grulla" o simplemente aceptar el consejo de encontrar nuestras mejores energías en la mente y los sentimientos.