Serie del Caribe: el olmo no da peras

Descorazonadora ha sido realmente la actuación de Agricultores en la Serie del Caribe de Gran Caracas 2023, siempre a las puertas de una victoria, pero encadenando derrotas una tras otra.

Solo ante Venezuela lucieron mal, pero contra el resto dieron la cara y merecieron incluso más, pero el béisbol es así, y se gana haciendo carreras.

Una vez más, la ofensiva queda a deber, ni siquiera porque se trató del equipo que desforró más pelotas durante la Liga Élite. Otra prueba más de que nuestros bateadores están muy por encima de nuestros lanzadores, como media, pero más por falencias de estos últimos que por mérito de los primeros.

Antes de hacer cualquier nómina a este tipo de lides prima el debate de si se conforma para ganar o por estímulo. Una y otra cosa son excluyentes, pues sin refuerzos es muy difícil competir a este nivel.

El romanticismo conspira casi siempre contra el resultado, y hay que buscar otros estímulos, como sea. Entiendo el sentir de los entrenadores que quieren morir con quienes los llevaron a la corona doméstica, pero aquí se trata de Cuba, y los fanáticos que van a los graderíos o siguen los partidos por los medios de comunicación merecen mucho más.

No puede ser que un equipo con las cuatro letras deje una mala imagen porque le faltan elementos de calidad.

Agricultores se batió con sus armas, pero se vio que le faltaron armas de todo tipo. ¿Realmente en la Liga Élite no había otros lanzadores de calidad para echarles mano, ni bateadores con herramientas como para salir de emergentes o sustituir a otro que no está bien al bate, como sucedió?

No puedo criticar a Agricultores porque no se dejó apabullar por nadie, a pesar de ser inferior, muy inferior, en el papel. No obstante, debemos dejar atrás los paternalismos y salir a darnos a respetar más en este tipo de escenarios, donde por demás somos invitados.

Repito, el estímulo para los campeones nacionales tiene que ser otro, y los que no son titulares deben entenderlo. La fórmula para quedar bien con ellos hay que buscarla, y es la asignatura pendiente de las autoridades, locales y nacionales.

En cualquier evento internacional el plantel debe tener alternativas para no mantener en la alineación a hombres que se han ido en blanco en más de 10 turnos al bate, y digo esto sin ánimo de ofender a nadie; ellos mismos como profesionales comprenderán que no están ayudando al equipo y deben darle paso a algún compañero a ver si lo hace mejor.

Pero cuando el manager mira a la banca y sabe que lo que tiene a mano no mejora lo que está sobre la grama no queda menos que encomendarse al despertar de sus hombres de confianza, algo que esta vez no sucedió.

El viejo refrán de que no se le pueden pedir peras al olmo vuelve a la palestra, lastimosamente, y seguimos viviendo un dejá vu.