El huracán Melissa no fue solo ríos desbordados, lluvias torrenciales, vientos… trajo también una avalancha de noticias falsas que inundaron las redes sociales.

Fueron muchos los videos, las fotos y las notas que distorsionaban para peor la realidad, ya de por sí catastrófica.

Desde muertes que no ocurrieron –recuérdese el supuesto infarto de aquel que cargaba su televisor entre las aguas-, hasta presas desbordadas que tampoco habían colapsado.

A este cubano "lo mataron de un infarto" las noticias falsas en las redes sociales. Fotos: tomadas de Fakebook

Y si en tiempos “normales” las noticias falsas resultan un peligro, en estos de alarma y tensión, de lucha por salvar la vida, se convierten casi en un crimen.

Hasta inventaron un supuesto nuevo huracán que llegaba detrás de Melissa. Imagen: tomada de rtve.es

Porque las personas se angustian por sus seres queridos, sufren, reclaman ayuda, incluso ofenden.

Este huracán evidenció que todavía nos falta mucho por aprender en esto de separar el agua del vino, como dice el refrán, lo cual se hace ahora mucho más difícil con el uso de la IA.

Hay quienes no aprenden todavía a distinguir lo falso de lo auténtico por falta de conocimientos, por no oír los consejos que recomiendan revisar bien si es una fuente oficial; y están los que, aun sabiendo, multiplican la mentira movidos por muy malas intenciones.

Por suerte, no han faltado los desmentidos y tampoco la información ágil, en la medida que las disponibilidades tecnológicas, climáticas y geográficas lo permitieron.

Supuestos motivos políticos son los que, usualmente, promueven el descrédito, el engaño y la desinformación, aunque en el fondo solo persiguen monetizar con el dolor ajeno.

Pero hay coyunturas como esta donde, quienes multiplican una fake news sobre supuestos peligros para la vida de sus coterráneos, se posicionan más que en una orilla política, en una deshumanización extrema e imperdonable, que afecta de un modo terrible a quienes también son cubanos.

Existen leyes para sancionar tales conductas, que se hagan cumplir.