Debe de estar por estos días aprovechando cada minuto de entrenamiento físico en casa. Para el remero Ángel Fournier, con 1.98 metros de estatura y 100 kg de peso, hallar las condiciones ideales de preparación doméstica se antoja más complejo.

Eso sin contar el tiempo que de seguro le dedica a diario a su pequeña hija, su mayor motor para encarar el reto de clasificarse a sus terceros Juegos Olímpicos en el single peso abierto, luego de culminar séptimo en Londres 2012, y sexto en Río 2016.

Máxime cuando en tiempos donde el Coronavirus pretende vestirse de “Poseidón” o amo y señor de aguas y tierras, el necesario aislamiento doméstico limita las opciones de sesiones de prácticas con todas las de la ley, incluso teniendo la posibilidad de contar con un ergómetro en casa.

El referente competitivo más cercano del ídolo de Caimanera lo hallamos en el Mundial de Ottensheim, Austria, donde alejado de sus reales potencialidades recaló segundo en la final E con crono de 7:03.28 minutos.

Antes, en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, se había impuesto en la laguna Albufuera avalado por 6:51.10, para extender a tres ediciones de estas citas su reinado, el cual inició en Guadalajara 2011.

Lo cierto es que Fournier afrontó problemas de salud que lo mantuvieron alejado de la alta competición y los entrenamientos durante una parte del 2019, de ahí que esa regata final de Lima hubiese sido tan disputada con el mexicano Juan Carlos Cabrera (6:51.99).

Pero eso es agua pasada. Sucede que Fournier no pudo mostrarse en todo su esplendor en el Lago Rodrigo de Freitas, donde en abril debía celebrarse el clasificatorio olímpico de las Américas para colarse en la justa nipona, donde en la modalidad del doble par peso abierto pondría cinco cupos en disputa.

Lógicamente el discípulo de Joan Manuel Paula, quien sostuvo una base de entrenamiento con vistas a ese certamen y en busca de mayores capacidades en la altura mexicana durante un mes en diciembre del 2019, tendrá que mantener contenidas sus ganas de demostrar hasta que se reorganice ese clasificatorio continental, como igualmente deberán hacerlo los de Europa, Asia y Oceanía, África, y el global, que acogerían tentativamente las aguas suizas de Lucerna.

Una lid en el Sea Forest Waterway de Tokio, y que protagonizarán 526 remeros a razón de 263 en cada sexo, repartidos por 14 pruebas que arrancarían presumiblemente el viernes 24 de julio, precisamente con los singles sculls en uno y otro sexo.

Competición que traerá como novedad anticipada la inclusión del cuatro sin timonel femenino en lugar del cuatro ligero sin timonel varonil.

En la actualidad y si tomamos como termómetro lo acontecido en Lima, Cuba posee otro bote con reales posibilidades de hacer el grado, el doble par abierto de Yariulvis Cobas- Aimée Hernández, pues en dominios del Cuzco vivieron un dejavú de su corona de Guadalajara, fraguada a sangre y fuego en las gélidas aguas de Ciudad Guzmán.

Con mucha mayor experiencia competitiva y acople, las chicas han ganado en ritmo de paletadas, dosificación de fuerzas y otras cuestiones relacionadas con su técnica y modulación de las capacidades volitivas.

De vuelta a Fournier, y al decir de su mentor, la preparación en aguas aztecas rindió los frutos deseados. Solo que a Fournier le sucedió como a muchos otros miembros de la preselección cubana a los cuales la pandemia de la Covid-19 frenó en un muy buen momento de forma deportiva, como es lógico ante la proximidad cada vez mayor de Tokio y otros compromisos competitivos de envergadura como las tradicionales fases de Copas del Mundo.

El porqué del remo a colación

Muchos preguntarán porqué hemos traído el remo a colación en estas líneas. Trataremos de argumentar a continuación.

Se trata de que Fournier intentará por todos los medios reinsertarse en una élite a la cual ha pertenecido por más de una década, aun cuando en este minuto en ese entorno excelso se viene produciendo una transición generacional de pesos pesados.
Este aplazamiento desde mi perspectiva le da un poco más de margen al remero guantanamero para buscar la forma óptima, una que le permita contender de tú por tú con los principales exponentes del single scullen la actualidad.
Su maestría y experiencia competitivas le permitirán, de lograrlo, pugnar por un puesto en la final A de su modalidad y una vez allí, demostgrar que a la tercera va la vencida para él, que no ha tenido experiencias olímpicas anteriores muy halagüeñas.

Ojo, ni por asomo será una tarea fácil abrirse paso entre tantas embarcaciones de rigor hasta la puja por las preseas.

De materializarlo, bien pudiera ser una de las gratas sorpresas de la cita, especialmente porque desde hace buen tiempo, cronistas y gurúes del movimiento deportivo cubano mueven sus piezas y hacen sus aritméticas en busca de posibles medallistas, y lo que es más complicado, campeones.

Para tener una idea de cómo se vislumbra el panorama a continuación les mostramos los seis huesos más duros del Mundial austriaco, entiéndase los agraciados en la final A:

Oliver Zeidler (Alemania-6:44.55 minutos).
Sverri Sandberg Nielsen (Dinamarca-6:44.58).
Kjetil Borch (Noruega-6:44.84).
Mindaugas Griskonis (Lituania-6:45.24).
Stefan Broenink (Holanda-6:45.58).
Ondrej Synek (República Checa-6:47.93).

Génesis de grandeza

Su historia al máximo nivel comenzó a tejerla en el 2005, cuando se ubicó sexto en el Mundial Juvenil de Brandenburgo, Alemania, con crono de 7:40.95 minutos. Por esas cosas de la vida, de sus rivales de entonces ninguno ha sido capaz de emularlo en el entorno supremo, ni siquiera del entonces serbio-montenegrino Milan Uznovic, as en dicha lid (7:13.55).

El antillano dio su clarinada en la categoría mayor en el 2009, cuando ancló cuarto en la Copa del Mundo de Banyotes (7:15.60).

¿Con qué cuenta Fournier para mantenerse en el entorno supremo de su prueba? Al decir de su mentor Paula “Ángel es un remero muy fuerte, de maestría técnica y enfoque psicológico en sus objetivos.
Estudioso de los rivales, con el paso de los años ha ganado en la dosificación de las capacidades tales como el desgaste y la transición de la arrancada al ritmo, el largo (movimiento amplio al remar), y el remate en los últimos 500 metros.”

Día X de la cuarentena. Repaso las finales olímpicas del remo en Londres y Río. Miro hacia el horizonte a la vuelta de poco más de un año. Sopeso los esfuerzos de Ángel Fournier y… me gustaría presagiar un final de película diferente.